Por Carlos Meneses

La situación en Venezuela no se define. En las calles la gente sigue protestando y son frecuentes las incursiones de policías y militares que detienen a quienes fomenten desorden en la vía pública.

La comunidad europea ha resuelto reconocer como legítimo a quien, según la oposición, ganó las elecciones de 28 de julio que perdió Nicolás Maduro. La indignación de Maduro se comprende pues el enfrentamiento es con 27 naciones, en este acuerdo no está incluida Inglaterra.

No se sabe qué consecuencias tendrá el pedido formulado por el secretario general de la OEA, para que se aplique a Maduro detención internacional por los sucesos de Venezuela y los resultados electorales. En todo caso, Maduro no se expondrá a que la Corte Penal Internacional ordene su detención física y tampoco está al alcance de la policía internacional para ser detenido.

La situación del gobernante venezolano es incómoda; no obstante, sigue contando con tibio respaldo de Lula Da Silva, presidente del Brasil, mientras que Boric, de Chile, se ha alejado de él.

Los Estados Unidos ha reconocido a la oposición como la ganadora de los comicios del 28 de julio, pero las relaciones entre los 2 países se mantienen intactas.

A nivel internacional se sabe que algunos militares están en desacuerdo con Maduro y también soldados que habrían entregado sus armas a civiles rebeldes, cada caso es analizado por la Fiscalía venezolana para abrir procesos penales contra militares o civiles que realicen manifestaciones callejeras. La oposición califica a las detenciones como arbitrarias.

Hasta ahora no se ha detenido a Corina Machado ni a Edmundo González, quienes aparentemente están en sus respectivos domicilios, pero a los que Maduro dice que terminarán tras las rejas.