Por: Carlos Meneses

La presidenta Boluarte debe hablar con la prensa y hacerlo de forma respetuosa y cordial.

Hoy se cumplen 3 meses de la abstinencia de la presidenta Dina Boluarte de hablar con la prensa peruana. Es una nueva demostración de su afán de no dialogar sobre asuntos de interés nacional con los medios de prensa y pretender sustituir esta conversación necesaria y que debiera ser permanente con quienes deben transmitir las noticias que genere el Ejecutivo para conocimiento de la opinión pública.

La mandataria ha preferido ponerse a jugar con estudiantes y a cambiar ideas con niños, alumnos de colegios nacionales a sabiendas de que ellos ni le preguntarán nada ni les interesará las respuestas que ella dé.    

A lo anterior ha querido agregar lo que son palabras que no debiera pronunciar un jefe de Estado, lo que perjudica aún más la persistencia de sus silencios y hasta sería recomendable que mejor siga callada antes de pronuncia un “carajo” dirigido a la gente de prensa.

Lo peor es que lo que ella dice a veces lo lee, pero cuando se trata de decir palabras soeces eso no está en los libretos sino en su creación personal. Así que una vez más, como transmisores del pensamiento de gobierno o como interrogadores mal comprendidos tenemos que pedir que la presidenta y su gabinete cambien de manera de ser y además de su forma de expresarse. Le conviene al gobierno y al país que así sea.

El mal que sufre la presidenta parece haber contagiado a algunos de sus ministros por lo que un cambio de actitud y una mejor comprensión entre gobernantes y gobernados se hace indispensable y necesaria.