Por: Carlos Jesús Vilela Del Carpio

REFLEXIONES

Luego de haber visitado 16 regiones del país en 5 meses de gestión para participar de encuentros regionales de la juventud y de otras iniciativas de diálogo con ellos, doy cuenta que es una población ávida de atención, pendiente de escucha activa para conocer sus problemáticas, aspiraciones -en el mejor de los casos-, proyectos de vida, y hasta propuestas de solución a tantas necesidades en sus regiones.

Debemos tomar conciencia de que siendo el 23% de toda la población del Perú, son el motor de cambio que necesitamos para lograr el desarrollo de nuestro país, son ellos el presente y el futuro que nos llevará a mejorar nuestra cohesión social, economía y vinculación con las nuevas tendencias que este mundo apremiante e innovador nos presenta día a día.

Dominan rápidamente las nuevas herramientas digitales, las cuales muchas veces los envuelve en un mundo paralelo, desconectándolos de la realidad, evitando darse la oportunidad de conocerse y madurar en otros sentidos, como el de socializar, siendo tan importante esta oportunidad -prácticamente perdida- para mejorar sus habilidades blandas, que les ayudarán a madurar en mundo tan retador; por lo que se transforma en un reto para el Estado seguir promoviendo el enfoque de la innovación digital con uso de la inteligencia artificial en nuestras políticas públicas a fin de que vayan acorde al nuevo lenguaje que usan y piden los jóvenes.

Sin embargo, dicha desconexión, desinterés, desidia de los jóvenes ante lo que ocurre a su alrededor también trae como consecuencia la desorientación para enfocarse en sus capacidades, y por ende, en un plan de vida, y es ahí donde salta el alarmante resultado del 33% de la población joven que ha comentado que tiene un problema de salud mental.

Considero que es una oportunidad porque es un pedido a grito de los jóvenes. Debemos proporcionarle acompañamiento psicológico, mucho más aún luego de la pandemia, que ya sabemos los resultados nefastos que trajo en este tema ya no debe ser tabú conversar abiertamente.

Creo firmemente que lo jóvenes son los agentes de cambio que nuestro país necesita para salir adelante.

Debemos estar a la vanguardia junto con ellos, a su ritmo, y apostar por mejores políticas públicas con el enfoque de juventudes.

Por eso, desde la Secretaria Nacional de Juventud, Senaju, estamos trabajando articuladamente para actualizar la política nacional de la juventud, y que esta cuente con una herramienta digital que ayude a los jóvenes a conocer todas los ofertas que el sector público y privado tienen para ellos.

Nuestro sueño es contar próximamente con un Sistema Nacional de Juventudes, que resulte de la consolidación del diálogo con ellos en cada rincón de nuestros país.

Nos vemos pronto en el Encuentro Nacional de Juventudes del Bicentenario 2024.