Por Danna Felipe B.

El socio y expresidente de la SADA aseveró que ya es hora de que las autoridades responsables comiencen a trabajar por una mejor infraestructura hidráulica.

Muchos arequipeños desconocen que una infraestructura hidráulica deficiente puede golpear sus bolsillos a través de los pagos mensuales de agua potable y las compras semanales de productos de primera necesidad.

Los arequipeños pierden un promedio de 30 millones de m3 (mil litros) de agua al año dada la falta de mantenimiento del canal de derivación Pañe-Sumbay. Así lo lamentó Daniel Lozada, socio y expresidente de la Sociedad Agrícola de Arequipa (SADA).

El canal tiene una longitud de más de 77 kilómetros y nace en la represa El Pañe. Fue inaugurado en los años 60. Naturalmente las implicancias del tiempo, entre ellas la indiferencia de las autoridades competentes, han sucumbido los materiales empleados para su construcción. Por eso hoy presenta filtraciones.

“Es lamentable que Autodema esté totalmente desvinculada de la crisis mundial del agua ¿Qué efecto positivo ha tenido en el desarrollo y mantenimiento de nuestra infraestructura hidráulica? Cero. ¿Y cuántos millones de soles les cuesta su existencia a los arequipeños? No tiene sentido”, sentenció Lozada Herrera.

El expresidente de la SADA acentuó que el canal necesita un mantenimiento integral urgente, sin dejar de lado la construcción de uno nuevo, así como la de más represas para asegurar el vital recurso y alimento a los arequipeños.

Finalmente, arremetió contra la facilidad con la que en algunos meses e incluso días una nueva persona está a cargo de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema).