Por: Carlos Meneses

“La tarea de salvar al Perú es de todos y de nadie en particular”.

Es necesario pregonar una verdad. El gobierno de Pedro Castillo agregó a las situaciones pendientes de solución en asuntos importantes como Salud y Educación una ausencia de liderazgo que se puede encontrar en el país entero y en todos los sectores de la vida pública y privada.

Si a esta realidad hallada por un gobierno que se proclama del pueblo y para el pueblo se suma el que se pretenda hacer aprendizaje de cómo gobernar, como lo ha dicho el presidente Castillo en sus declaraciones a la cadena internacional de televisión CNN, es que puede explicarse la desagradable respuesta que se tiene alrededor de lo que infelizmente está ocurriendo en lo político.

Las cosas han podido ser peores de lo que con nuestros ojos han visto: más de 200 mil han muerto, hay desocupación en el campo y la ciudad y falta la necesaria unidad nacional para hacer frente a la gravedad de los problemas que se confrontan.

La crisis abarca a todos, la inversión privada no llega en cantidad suficiente. La reacción colectiva es de pesar, la incertidumbre no se aleja.

Tenemos la obligación de superar la contingencia. Esto solo es posible si se deponen intereses que resultan subalternos a favor de lo que son los grandes problemas nacionales y las soluciones que tienen que darse para responder a ellos.

Nadie debe negarse a colaborar en el empeño necesario, hemos llegado al fondo de una crisis y a partir de ahí solo queda empezar a recuperarse. Lograrlo es un problema común en el que deben desempeñar un papel importante los que dirigen la República, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Congreso, igual en el Poder Judicial, en el Ministerio Público y en todas las instituciones, pues los males es posible de ser detectados y resueltos ahora o no lo podrán ser en el futuro.