Pensión 65: Sabina Llanque y Viviana Mamani, tejedoras de flores
TACNA
En la “Ciudad heroica”, la amistad entre Sabina Llanque, de 73 años, y Viviana Mamani, de 71 años, demuestra que las personas aparecen en el momento exacto para iluminar las vidas de otros. A pesar de que nacieron en diferentes departamentos del país, sus caminos se cruzaron cuando ambas se sentían solas y no tenían el soporte necesario para continuar con la única actividad que les reconforta el espíritu: el tejido de flores.
Las dos adultas mayores están convencidas de que las flores simbolizan las relaciones entre los seres humanos. “Si uno las cuida, las riega, y las atiende con buena tierra; los girasoles, las rosas, las margaritas, y más, crecerán y se verán hermosas. Ocurre lo mismo con la amistad, si cada una se apoya con sinceridad, lo más bello será la confianza”, afirman y lanzan una mirada noble.
Por eso, han decidido plasmar sus sentimientos en flores que duren una eternidad, como señal de que su amistad perdurará en el tiempo y se mantendrá firme frente a las adversidades.
Llanque de Churacutipa tiene cinco hijos, a quienes vio crecer con mucho amor. Recuerda que cuando estaban pequeños, no dejó de trabajar ni un día para que puedan alimentarse, vestirse y estar sanos. Sin embargo, los años pasaron y cada uno migró a otras regiones. “Cuando me quedé sola, fue triste. Mis hijos me llaman, también mis cuatro nietos, pero tienen sus obligaciones y la distancia me pone pensativa”, agrega.
Cuenta también que sus fuerzas disminuyeron con el transcurso de los años. “Siempre hice monederos, chalecos, llaveros, entre otras artesanías que vendía en las ferias. Llegó un momento que ya no podía levantar tanto peso, me desanimé un poco, pero gracias a Dios conocí a mi amiga y hemos hecho un bonito equipo, porque compartimos materiales y vendemos a más personas”, sostiene con esperanza.