Procurar el tiempo de calidad en familia es sumamente importante en este tipo de contextos.

Por Danna Felipe B.

Posiblemente, más de una vez has visto a un adulto mayor sentado solo fuera de su casa o en un espacio verde cercano, sin pronunciar muchas palabras. Los comportamientos descritos son más comunes de lo que parecen. Estar al aire libre, calentándose con el sol y observando a la gente alrededor les hace sentir vivos. Así, ya no se sienten solos.

La psicóloga Melany Arista informó que esa sensación de compañía empuja a los «abuelitos» y «abuelitas» a salir de sus casas. “Un adulto mayor puede vivir con sus hijos y nietos. Sin embargo, eso no significa que haya tiempo de calidad con ellos. Quieren sentirse queridos, escuchados y útiles, hasta donde sus condiciones lo permitan. En resumen, quieren sentirse presentes”, explicó.

Es decir, quienes tienen tiempo de calidad en familia no sienten la necesidad de ausentarse solos de la casa para encontrar diálogo o simplemente compañía en personas conocidas y desconocidas.

Asimismo, Arista Bolaños señaló que la mayoría de las personas de la tercera edad presenta alguna afección mental. Empero, calcula que solo un 15% de ellos recibe tratamiento psicológico. “La depresión es la más común y la que menos tratamiento especializado recibe”, lamentó.

Detalló que hay dos motivos. Primero, el adulto mayor no quiere acudir por desconocimiento. Segundo, las personas a su cargo no lo llevan.

Finalmente, la psicóloga recordó la importancia de la empatía. “El ser humano va perdiendo el sentido del gusto con el tiempo. Una ‘abuelita’ cocina para su familia y le queda salado. Ellos hacen una crítica negativa. La adulta mayor sobre piensa y se siente mal. Ni siquiera es su culpa. Es simplemente la edad a la que todos llegaremos”.