La ausencia de presupuesto estatal para el mantenimiento de edificaciones históricas declaradas patrimonio cultural generó cuestionamientos desde el Colegio de Arquitectos del Perú. La decana de la orden profesional, Lourdes Giusti Hundskopf, subrayó la necesidad de destinar recursos para preservar estos bienes, que no solo representan un valor cultural, sino también económico, al impulsar el turismo y el comercio local.

«El Mincul debe cambiar de enfoque. Actualmente hay dos posiciones: ‘No me toques porque soy patrimonio cultural’ y ‘soy patrimonio cultural y debes intervenir para otorgar un nuevo uso’. (…) Se necesita mayor flexibilidad del Mincul para definir qué aspectos son intangibles en un patrimonio histórico y qué parte sí se puede modificar, tal como ya ocurre en otros países. Esto permitirá que aquellos patrimonios en ruinas puedan ser puestos en valor y obtener un nuevo uso», sostuvo Giusti Hundskopf.

La arquitecta también señaló que los procedimientos administrativos prolongados dificultan la recuperación de edificaciones históricas. En el caso de los templos de Caylloma, lamentó que el Ministerio de Cultura (Mincul) no haya promovido su restauración mediante concursos públicos de arquitectura o convenios con el Gobierno Regional de Arequipa. Según indicó, estas intervenciones debieron iniciar con urgencia, considerando el deterioro progresivo de los inmuebles.

Pese al valor económico y cultural de estos bienes, la falta de mantenimiento afecta su conservación. Giusti Hundskopf advirtió que la ausencia de un enfoque integral y flexible por parte del Mincul limita el potencial de los patrimonios históricos para generar beneficios sostenibles para las comunidades y la economía local.