La agresiva administradora de la discoteca clandestina «Olimpo»
Iveth Rosmery Chávez López sigue entorpeciendo el trabajo de la autoridad.
Por Danna Felipe B.
«Mucho cuidado, imbécil de mie…. ¿Quién eres tú?”. “La estoy grabando”. “Graba, pe. Graba lo que quieras, imbécil de mie…. Gracias a mí, siquiera reciben su sueldo, babosos”. Estas fueron algunas de las agresiones verbales que un grupo de trabajadores de la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) recibió ayer por parte de Iveth Rosmery Chávez López en la fachada de «Olimpo», la discoteca clandestina que administra en la avenida Independencia y donde permite el ingreso de menores de edad.
A estas alturas, la MPA se encuentra en el procedimiento de ejecución coactiva, es decir, Chávez López no tiene posibilidad alguna de tramitar la licencia de funcionamiento correspondiente, según el ejecutor coactivo municipal, Luis Calla.
Las consecuencias serán más drásticas después de su actitud prepotente durante las intervenciones de ayer y del último viernes, encabezadas por la subgerencia provincial de Gestión de Riesgos de Desastres.
“¿Por qué me grabas? Apaga tu cochinada. A mí tú no me puedes grabar. Ojalá se te malogre tu cochinada”, le dijo a otro trabajador de la municipalidad mientras intentaba arrebatarle la tablet.
Calla Rodríguez informó que la Procuraduría Pública Municipal procederá legalmente contra la administradora de «Olimpo», así como contra cualquier otra persona que resulte responsable del funcionamiento clandestino de la discoteca.
No está de más recordar que Iveth Rosmery fue detenida en marzo por desobediencia y resistencia a la autoridad, siendo trasladada a la comisaría PNP Santa Marta. En esa oportunidad, el Ministerio Público, la MPA y la PNP intervinieron el establecimiento tras una denuncia de explotación laboral infantil. Encontraron a dos menores de edad.
Pese a las intervenciones que el establecimiento sigue acumulando y por las cuales hoy luce con tres bloques de concreto en la fachada, un gran número de jóvenes continúa formando parte de la clientela de “Olimpo”. Ya es hora de que tomen conciencia de que este no reúne las características ni las condiciones mínimas necesarias para funcionar y brinda un escenario propicio para la delincuencia.
Por ende, se les exhorta a ser parte de la solución y no del problema.