La promesa de la señora Boluarte
Por: Carlos Meneses
Necesitamos un cambio que nos acerque más a gobernantes y gobernados. El Perú marcha hacia un año preelectoral que debe evidenciar transformación en la política del régimen actual.
La presidenta Dina Boluarte se propone cambiar la forma de comunicarse con la ciudadanía, así lo anunció al inaugurar obras que ejecuta el gobierno, señalando que tiene el propósito de cambiar sus relaciones con la prensa y la ciudadanía en general.
Ha dicho la señora Boluarte que su lenguaje estará dirigido a quienes no están empeñados en perjudicar la imagen de ella, del gabinete Adrianzén y del quehacer del gobierno, también ha advertido que quienes procedan de la manera en que lo hace el sector ciudadano que no comparte los pareceres de su gobierno no serán parte del mismo.
En buen romance, lo que se propone la señora Boluarte es mantener vigente una diferencia hasta ahora existente entre quienes discrepan de su actuar y del futuro que tendrá el gobierno, se supone que ese porvenir no cambiará en el 2025 y tampoco en el año en que dejará el gobierno, el 2026.
Ha prometido, asimismo, ponerle punche al accionar del gobierno y ha omitido hacer especulaciones con respecto a cambios ministeriales. En resumen, es más de lo mismo y no creemos, francamente, que sea lo mejor que pueda esperar de su gobierno el pueblo peruano.
Hubiera sido más deseable que el gobierno respondiera favorablemente a un cambio reclamado por mayorías ciudadanas que tiene consecuencias en las encuestas que han puesto a la presidenta con una desaprobación que bordea el 100% de la opinión de los electores.