Por: Cristián Segovia – Analista Senior de Videnza Instituto

Recientemente, el Congreso aprobó la Ley de Presupuesto Público 2025, por un monto total para el país de S/ 251 801millones, un 4.5% superior al del 2024. En el caso de Arequipa, su Gobierno Regional contará con un presupuesto de S/ 2727 millones (aumento de S/ 54 millones), mientras que la Municipalidad Provincial de Arequipa tendrá un presupuesto de S/ 268 millones (S/ 11 millones más que en 2024).

Resulta preocupante que más de la mitad del presupuesto del Gobierno Regional sea destinado al pago de remuneraciones (58.6%), y solo un 29% a inversión pública. Por otra parte, la Municipalidad Provincial de Arequipa destinará un 71% al pago de personal y a la adquisición de bienes y servicios, mientras que para inversión pública destinará apenas el 20% de su presupuesto.

Además, el Gobierno Regional ha designado presupuesto para 56 proyectos que no formaron parte del presupuesto inicial del 2024 por un total de S/ 299 millones; sin embargo, dos de ellos abarcan S/ 180 millones (ambos corresponden a mejoramientos de transitabilidad vial interurbana), por lo que S/ 119 millones se dividen entre 54 proyectos, es decir, se han incorporado muy pocos proyectos con un presupuesto suficiente para generar un impacto en el cierre de brechas y en una mejora de las condiciones de vida de la población.

Cabe mencionar que, a noviembre de este año, el Gobierno Regional de Arequipa ha sido el segundo GORE con mayor reducción de su presupuesto final (PIM) con respecto al inicial (PIA) — reducción de 22 millones de soles—, solo por detrás de La Libertad, y junto a Piura y San Martín como las únicas regiones con un PIM menor a su PIA. Resulta aún más preocupantes que las primeras 3 regiones mencionadas son también las que han tenido un mayor aumento en su gasto corriente. En el caso del GORE Arequipa, este aumento ha sido de S/ 417.6 millones entre noviembre y enero de 2024.

De manera que, tanto lo avanzado este año, como lo presupuestado para el 2025 muestran un problema preocupante para Arequipa, en el cual, sus autoridades no están priorizando sus recursos para la ejecución de obras, sino al contrario, están haciendo uso de ellos para pagos administrativos y de servicios que no se reflejan en una mejora en el bienestar de los arequipeños. Esperamos que este rumbo pueda cambiar.