El escándalo del Congreso
Por: Carlos Meneses
Tenemos confianza en que estas demandas colectivas sean atendidas de manera preferente, caiga quien caiga en la determinación de responsabilidades.
Todo indica que las investigaciones que, paralelamente, han iniciado el Ministerio Público y la directiva del Congreso de la República sobre la existencia de un grupo de mujeres contratadas para prestar servicios sexuales a cambio de votos, tendrán un final infeliz para los intereses nacionales. Hasta ahora cuesta la vida de una de las contratadas, Andrea Vidal, quien recibió más de 40 disparos que acabaron con su vida y con la del chofer que conducía el vehículo por aplicativo que abordó y que fue acribillado.
Lo primero que tiene que hacer la mesa directiva del Congreso y también el Ministerio Público es limpiarle el rostro a una institución como el Legislativo que ha sido manchado por la perversa acción que ha sido denunciada y su esclarecimiento demanda la opinión pública.
No hay un caso comparable en el quehacer del Congreso con lo infelizmente denunciado y la junta directiva del Parlamento tiene la obligación de encontrar verdades en el tiempo más breve posible, dando toda clase de facilidades para los fiscales que ya han iniciado indagatoria que corresponde de acuerdo a ley.
La Policía Nacional del Perú (PNP) debe colaborar en el empeño y ahora más que nunca, pues revela que la corrupción ha llegado a extremos realmente insoportables para un país que se enorgulleció de tener parlamentarios brillantes en otro tiempo y que ahora se debate cerca de una podredumbre que hasta huele mal.