Una advertencia a la Policía
Por: Carlos Meneses
“Las fallas de la Policía deben ser historia, pues en el presente hay que dinamizar su acción para dar tranquilidad a la ciudadanía en general”.
Cuando la ciudadanía se siente desprotegida, es justo preguntarse quién estaba encargada de su cuidado y para qué se creó un organismo especializado que evitara que la delincuencia aprovechara sitio vacío para apoderarse de él y sacar beneficio indebido.
La actitud de un pueblo que sale hasta la calle para protestar por su inseguridad y por la presencia de bandas organizadas que han sido descuidadas en la deferente atención que correspondía darle a la Policía, para evitar su fortalecimiento y su poder.
Hace necesario un esfuerzo singular que se sentirá, sin duda en Lima y el Callao sometidos por 45 días a estado de emergencia y que Arequipa ha reclamado como también lo ha hecho Trujillo, para informarse por boca de quien fue jefe de la Macro Región IX con sede en Arequipa que se había descuidado el servicio de inteligencia que permite la operación oportuna contra el crimen organizado.
Esta no es hora de discutir quién se encarga de hacer lo que se dejó de hacer, sino de actuar en consecuencia de una realidad que ya provoca la indignación ciudadana y que obliga a utilizar la calle para pregonar la verdad y pedir la sanción deseada.
La Policía recibirá el concurso de todos, pues son todos los que están en peligro de ser objeto de robo o de terminar con un balazo en el cuerpo por demorarse a pagar una deuda.
Queremos también un Ministerio Público y un Poder Judicial efectivo, rápido. Si no hay eficacia en los encargados de sancionar y se siguen evidenciando las fallas que ahora se observan, la delincuencia seguirá perfeccionando sus afanes sin ser detenida en el momento en que debe necesariamente serlo.
La primera tarea por cumplir del gobierno que tenga el Perú es devolver confianza, esperanza a la ciudadanía y ello solo es posible con una Policía respetable y eficaz.