Por Carlos Meneses

Mario Vargas Llosa resolvió dejar libros, que no estaban comprometidos con venir a Arequipa, en manos de su esposa y de sus tres hijos que viven en Lima. Algunos de ellos tienen un valor muy significativo para la familia.

Los libros que le fueron regalados a Mario Vargas Llosa, cuando abandonó el mundo y se vino a vivir a Perú, han quedado confiados a custodia de su exesposa Patricia en la casa de ella, en Barranco.

El escritor peruano le dijo que esos libros no deben ser enviados a Arequipa, como el resto de los que ya están aquí y que llegan al número de 50 mil ejemplares. Así lo informó su hijo mayor Álvaro Vargas Llosa, quien dijo que, en sus últimos días, Vargas Llosa disfrutó de la compañía de Patricia y de sus hijos y que efectivamente cuando vino a Perú estaba enfermo.

Entre los libros que puede disponer Patricia Llosa se cuentan algunos que son muy especiales y que el escritor quería que ella tenga como recuerdo de su matrimonio. Se trata de documentos que tienen valor por su antigüedad y por ser exclusivos.

El escritor no los tenía en la casa en la que resolvió vivir y por eso los encargó al manejo de Patricia; quedan libros por enviar de algunos países europeos que no llegaron a Arequipa porque el gobierno regional que presidió la gestión anterior a la actual no envió los recursos para el transporte ni el costo de los seguros correspondientes, pero estos tiene como destino la Biblioteca del Gobierno Regional de Arequipa.

De otro lado, su archivo documentario ha sido confiado a la Universidad de Princeton, pero esta no recibirá los libros que ya corresponden al envío arequipeño.