Los que aún están dentro del sistema exigen mano dura contra la inseguridad.

Redacción Diario El Pueblo

Puede que el ciudadano de a pie no lo comprenda, pero los transportistas del SIT no están pasando por un buen momento económico, tal es así que un grupo ya decidió vender sus cústers para adquirir vehículos menores, pues en la realidad actual son más redituables.

“¿Ahora qué está pasando? Están vendiendo carros grandes para comprarse chiquitos, porque es más rentable en todo sentido. En cambio, en uno grande se gasta”, puso énfasis el presidente de Etrabus S.A. del SIT, Arnaldo Pinto.

Afirmó que no están bien económicamente porque ser formales significa reunir ciertos requisitos y estar sujetos a fiscalización, lo que es lo humanamente correcto. Sin embargo, dada la demanda de llegar rápido sin importar las condiciones, uno de los principales enemigos del desarrollo, la informalidad, sigue sumando esfuerzos.

“El SIT se hizo con la finalidad de renovar la flota vehicular a M3, o sea, carros grandes”, recordó el presidente de Etrabus S.A..

Los representantes de las empresas del SIT incontables veces han salido a la prensa a quejarse de que la acción del municipio provincial en la lucha contra la informalidad es insuficiente, y lo es. Sus capacidades de hacer respetar el principio de autoridad han sido sobrepasadas.

Si bien la opción más coherente es conversar con los no regulados, algo que han hecho, la verdad es que bastantes de ellos no quieren formalizarse; prefieren seguir lucrando con la necesidad de la gente.