“Lescano es padre de ‘Los Niños’ que hicieron tanto daño a Acción Popular”
Por Jorge Turpo R. Foto: Jorge Esquivel
Exparlamentario y militante histórico de Acción Popular, Víctor Andrés García. Víctor Andrés García Belaunde busca ayudar en la recomposición del partido de la lampa tras el desprestigio que provocaron algunos integrantes de su bancada, incluyendo al congresista por Arequipa, Edwin Martínez.
CAMPAÑA EN CAMINO
El exparlamentario y militante histórico de Acción Popular, Víctor Andrés García Belaunde, visitó Arequipa para reunirse con la militancia e iniciar un proceso de recomposición del partido fundado por Fernando Belaunde Terry.
Uno de los mayores desafíos es limpiar la imagen deteriorada tras el escándalo de “Los Niños”, grupo de congresistas vinculados a Pedro Castillo y acusados de corrupción.
En esta conversación, “Vitocho” repasa la crisis de su partido, responsabiliza a Johnny Lescano por la elección de malos cuadros y reflexiona sobre la coyuntura política nacional.
¿Cómo marcha el trabajo de recomposición de Acción Popular, sobre todo en las regiones?
—Es un proceso complicado. Estuvimos mucho tiempo sin autoridades reconocidas por el Jurado Nacional de Elecciones y eso nos dejó como un barco a la deriva. Felizmente ahora tenemos autoridades reconocidas y están trabajando en reconstruir el partido. Es una tarea difícil, pero indispensable. Un partido sin conducción clara se desmorona.
¿Cuál es su papel en ese proceso?
—No tengo un cargo directivo. Participo en el comité político porque fui presidente de Acción Popular y me corresponde estar ahí. Es un espacio de evaluación y recomendaciones, no de funciones ejecutivas. Mi rol es acompañar, aportar experiencia y ayudar en las decisiones políticas.
¿Ya piensan en candidaturas presidenciales?
—Sí. El 7 de diciembre habrá elecciones internas con delegados que se elegirán el 30 de noviembre. Seguramente habrá dos o tres candidatos. A mí me han propuesto como precandidato y lo más probable es que acepte, porque muchas bases me lo están pidiendo. También está Alfredo Barnechea, que ya se lanzó públicamente, aunque todavía no hay inscripciones formales. En este momento todo son anuncios. Recién en noviembre se sabrá con claridad quiénes se inscriben de verdad.
Acción Popular viene golpeada por la experiencia de los llamados “Niños”. ¿Qué tan difícil es recomponerse después de eso?
—Mucho. Nos duele y nos afecta como partido. Es cierto que no somos los únicos, porque hay “niños” en varias bancadas, pero en Acción Popular su presencia resultó devastadora. Fue un golpe durísimo a una organización que tiene más de 60 años de historia en el Congreso. Jamás habíamos vivido algo así.
¿Cómo se recupera esa credibilidad perdida?
—La única manera es eligiendo mejor a nuestros candidatos. Estos impresentables llegaron por la falta de filtros y de dirigencia en el partido. No podemos repetir el error. Ahora toca seleccionar a gente de calidad, con trayectoria y honestidad. Eso es lo que estamos intentando hacer.
En Arequipa se habla de Edwin Martínez, que ha estado en la bancada y hasta ha dicho que quiere ser candidato presidencial. ¿Qué piensa de él?
—Tengo entendido que sigue en la bancada y que ha manifestado su intención de ser precandidato. Todos tienen derecho a participar, pero mientras no haya inscripción formal solo son candidatos voceados. Al final, será el proceso interno el que defina.
Más allá de nombres, la primera preocupación es no volver a presentar candidatos como “Los Niños”.
—Exacto. Ese es el objetivo central. Debemos borrar la pésima imagen que dejaron. Acción Popular ha tenido presencia casi continua en el Congreso en los últimos sesenta años y nunca pasó algo parecido. Yo mismo he sido congresista en cinco periodos y jamás vivimos un escándalo de este tipo. Por eso insisto: se trata de una excepción dolorosa, no la regla.
Usted responsabiliza directamente a Johnny Lescano por ese episodio.
—Sí, porque él es el padre de “Los Niños”. Lescano es el padre de “Los ‘Niños’ que le hicieron tanto daño a Acción Popular. Fue quien los promovió, quien arrastró a algunos de ellos, como a Martínez, que lo puso número uno en la lista de Arequipa. Luego, cuando vio que podía ser expulsado, se fue del partido y trató de formar otro, sin éxito. Pero el daño ya estaba hecho.
Pasando al panorama político nacional, antes los ministros cuestionados solían renunciar rápidamente. Hoy parece que eso ya no importa.
—Así es. Antes un ministro asumía la responsabilidad política por hechos graves, incluso por asuntos que no eran directamente su culpa. José María de la Jara, por ejemplo, renunció al Ministerio del Interior en el gobierno de Belaunde por hechos violentos en Cusco que no dejaron muertos, pero sí daños. Hoy tenemos ministros con denuncias graves que no solo no renuncian, sino que son reciclados de un ministerio a otro. Incluso tenemos un ministro de Justicia con problemas judiciales. Eso es inaceptable y refleja una pérdida total de valores, de responsabilidad y de vergüenza en la política peruana.
El riesgo es que eso se normalice.
—Ese es el peligro. Ya casi se ha normalizado en este gobierno. Pero debemos evitar que siga ocurriendo. El próximo gobierno tiene que volver a la práctica de nombrar ministros idóneos, personas con trayectoria y capacidad. Como decía hace 80 años el jurista Manuel Vicente Villarán: “En el Perú no hay ministros célebres, hay personajes célebres que son ministros”. Es decir, el ministerio no te hace importante, tú haces importante al ministerio. Hoy ocurre lo contrario: cualquiera se vuelve célebre solo por el cargo, aunque tenga antecedentes penales.
Se acercan elecciones y la incertidumbre es grande. ¿Le preocupa la reforma electoral?
—Claro que sí. La reforma ha sido un desastre. Para colmo, el Poder Judicial acaba de ordenar al Jurado Nacional de Elecciones inscribir un partido, lo cual es inaudito. El Jurado es la última autoridad en materia electoral, así lo dice la Constitución. Si el Poder Judicial empieza a intervenir, terminará controlando las elecciones. Eso no se puede aceptar. Además, tendremos más de 40 candidatos presidenciales y unos 10 mil aspirantes al Congreso. En solo cuatro meses de campaña, es imposible conocerlos a todos. Ojalá no tengamos un caos que lleve a la anulación de elecciones por exceso de votos nulos o en blanco.
Algunos temen que el gobierno intente manipular el proceso electoral.
—Siempre ha habido gobiernos salientes que han tratado de favorecer a sus amigos, pero desde los años sesenta eso ya no funciona como antes. Lo que sí puede ocurrir es que utilicen el aparato estatal para dar ventajas a ciertos candidatos. Con este gobierno, que no tiene dignidad ni vergüenza, eso es posible. Sin embargo, no creo que logren imponer un resultado, salvo que haya un empate técnico muy ajustado.
¿Qué papel jugarán los partidos que hoy apoyan al gobierno?
—Creo que terminarán distanciándose. El fujimorismo, APP y Podemos saben que la popularidad del gobierno está cerca de cero y no les conviene quedar pegados a ese desprestigio. Ya se nota que empiezan a marcar distancia, y lo harán más en los próximos meses para no contaminarse con el rechazo ciudadano al Congreso y al Ejecutivo.
Volviendo a Arequipa, ¿cómo ve el panorama interno de Acción Popular aquí?
—Lo veo alentador. Hay cuadros importantes, como Miguel Román, que fue cinco veces alcalde y con buenos resultados. Además, la salida de Lescano y de algunos de sus seguidores ha dejado el terreno más despejado. Hoy el panorama está más tranquilo y creo que las elecciones internas se desarrollarán en un ambiente más sano y con mejores candidatos.
