Ubicada en el corazón de Umacollo, «Nuestra Picantería» reafirma su compromiso con la verdadera sazón arequipeña: sin fusiones, a la leña y con el orgullo de siempre. Así es como se representa su esencia con intensidad a un arequipeño, la comida.

La comida arequipeña debe conservar sus raíces y tradiciones, en cada mesa compartida entre comensales de siempre y visitantes, bajo un salud con chicha de guiñapo, mote de habas y un escribano, para luego ordenar, rescata un asiduo cliente que se embelesa bajo la mística que guardan nuestras picanterías.

A diferencia de otras propuestas modernas o fusionadas, en “Nuestra Picantería” se cocina a leña, como en antaño. “Usamos leña para preparar los platos típicos. Cocinamos como lo hacían nuestras abuelas, con insumos de primera calidad, respetando la receta de cada plato”, señalan sus fundadores.

El almuerzo diario ofrece la estructura clásica de un caldo robusto —como un Chaque o un Chairo— seguido de un segundo plato, más pequeño, pero igual de sabroso.

Sus clientes, personas mayores, son los verdaderos conocedores y guardianes de la sazón arequipeña, encuentran aquí esa calidad que no se negocia. Los más jóvenes se reencuentran con sus ancestros, comparten tertulia de trabajo y aventuras, y brindan en provecho de la mesa servida.

Visitar “Nuestra Picantería” es rendirle homenaje a la historia, al fogón y al orgullo de ser arequipeño. Porque no hay futuro sin raíces… y no hay tradición sin sabor, lo dice un picantero.