Cayó banda criminal que extorsionaba a empresarios arequipeños desde Trujillo
Jefe de la IX Macro Región Policial, general PNP Olger Benavides.
Por Jorge Turpo R.
Integrantes de “La Nueva Jauría” también operaban en Cusco. El general PNP Olger Benavides destacó que desde Arequipa se aportó en las labores de inteligencia para desarticular la banda delincuencial.
GOLPE AL CRIMEN ORGANIZADO
La Policía Nacional logró un importante golpe contra la criminalidad organizada que afecta a Arequipa. Ayer, el jefe de la IX Macro Región Policial, general PNP Olger Benavides, confirmó la captura de la banda criminal “La Nueva Jauría”, que desde Trujillo dirigía extorsiones contra empresarios y emprendedores de la Ciudad Blanca.
La intervención fue posible gracias a una operación de inteligencia articulada entre la División Regional de Inteligencia La Libertad (DIVREINT-LL), la DEPINCRI Arequipa y la Unidad de Emergencia de Trujillo (UNEME).
“Hace unos días lo anuncié en una entrevista a El Pueblo: estábamos detrás de esa banda. Tras un trabajo de inteligencia se logró su captura en Trujillo, ahí tenían su centro de operaciones”, declaró Benavides.
La operación policial se ejecutó en simultáneo en el distrito de La Esperanza, en Trujillo, y en el departamento del Cusco.
Como resultado, fueron capturados tres presuntos integrantes clave de la organización: José Miguel Esquivel Espínola, alias Daniel; Estela Saldaña Mendoza, alias Aurelia (retenida); y César Antonio Cruzado Espínola, de 52 años, señalado como coautor intelectual e intermediario financiero.
Las investigaciones se activaron tras recibir información de algunas víctimas que alertaron sobre el accionar de la banda desde La Esperanza, con víctimas en la región Arequipa.
Uno de los agraviados denunció haber recibido amenazas desde el número 914505328, el cual fue hallado en poder del detenido Daniel.
En Cusco, en paralelo, se intervino a Cruzado Espínola, acusado de facilitar su cuenta bancaria en el BCP para recibir los depósitos extorsivos.
Durante la intervención, la Policía incautó un celular con el chip extorsivo utilizado, cinco chips de diversas operadoras, tres teléfonos celulares adicionales, un equipo móvil con evidencias de transferencias vía aplicativos, varios bouchers con números vinculados, stickers con la identificación de la banda y un vehículo de placa T2A-697, presuntamente usado en actividades logísticas.

EXTORSIONES EN CRECIMIENTO
El general Benavides reconoció que el avance de las extorsiones en Arequipa es una de sus mayores preocupaciones.
“Sí, es lo que más me preocupa. Estamos aplicando inteligencia y técnicas especiales. Ya logramos identificar responsables en casos como el incendio de una llantería, que se produjo por apenas 300 soles de cupo. Tenemos operativos en curso contra extorsionadores que actúan desde otros departamentos e incluso desde penales”, aseguró.
Sobre el origen de estas organizaciones, explicó que no siempre se trata de grandes mafias estructuradas.
“En muchos casos basta un celular y el conocimiento de la víctima. A veces hay cómplices en su propio entorno. También existen organizaciones que cobran cupos. En Arequipa aún no tenemos bandas del nivel de Lima, pero sí células que operan desde penales”, indicó.
En lo que va del año, en Arequipa se han registrado más de 120 denuncias de extorsión en distintas comisarías, aunque la cifra real podría ser mayor, ya que muchas víctimas no formalizan sus casos. Por ello, el comando policial instó a la ciudadanía a presentar las denuncias, pues sin ellas es difícil avanzar en las investigaciones.
Benavides resaltó que combatir las modalidades vinculadas al “gota a gota” es una tarea compleja.
Estos prestamistas ilegales suelen pasar luego a la extorsión contra las personas que acceden a los préstamos. “No es fácil desarticular a estas bandas, se requiere un seguimiento de la ruta del dinero, la denuncia de las víctimas y una orden judicial para las intervenciones”, explicó.
Recordó un caso ocurrido en La Joya, donde la Policía capturó a un delincuente con un listado de números de sus víctimas y todas las evidencias. Sin embargo, la investigación no prosperó porque la principal agraviada se negó a interponer la denuncia. “Al no haber denuncia, no se puede desarrollar toda la investigación como quisiéramos”, lamentó.
Con la desarticulación de “La Nueva Jauría” se espera un descenso en las denuncias de extorsión en Arequipa. Varios empresarios habían alertado ser víctimas de llamadas en las que se les exigía dinero a cambio de no atentar contra sus negocios o su integridad.
El operativo también envía un mensaje de confianza a la ciudadanía, mostrando que la coordinación entre distintas unidades policiales y el uso de inteligencia permite golpear con eficacia a las organizaciones criminales, incluso cuando operan desde otras regiones del país.
La lucha contra la extorsión, sin embargo, sigue siendo un desafío en Arequipa. Los casos van en aumento y requieren no solo del trabajo policial, sino también de la decisión de las víctimas de denunciar y colaborar con las autoridades. Solo así se podrá cerrar el cerco a estas bandas que buscan sembrar miedo y aprovecharse de la vulnerabilidad de los emprendedores y empresarios locales.
