La población debe ser coherente con lo que pide.

Redacción Diario El Pueblo

Es irónico que las personas que viven en las partes altas de Cayma hayan exigido ampliar las rutas del SIT, se les conceda y terminen por no subir a los cústers. El gerente de Transcayma, Patrick Quilca, informó que la gente muchas veces prefiere subir a las “loncheras”, en las que tu integridad, e incluso tu vida, están en peligro.

Ejemplificó con Embajada de Japón; los transportistas informales incontables veces bajan a alta velocidad, poniendo en peligro la vida de sus pasajeros y haciéndoles, a su vez, una competencia desleal a los del SIT. Pero, pese a eso, pasajeros nunca les faltan a estos pequeños vehículos.

Entonces, hay que ser consecuentes con nuestras exigencias y empatizar también con el transportista formal, porque todos tenemos derecho a trabajar en el transporte público. Solo que una parte decide hacerlo poniendo a los pasajeros como prioridad, mientras que la otra lo hace priorizando el dinero; pagas el doble y te desplazas en un vehículo que no cumple con las condiciones mínimas necesarias.