Por Zintia Fernández L.

EN PAUCARPATA

El distrito de Paucarpata se ha convertido en un punto de alarma en la provincia de Arequipa. A la inseguridad que afecta a sus barrios más populosos se suma la paralización del servicio de agua. Los dirigentes vecinales señalan responsabilidades en la municipalidad distrital, el Gobierno Regional de Arequipa y Sedapar, entidades que arrastran compromisos sin cumplir desde hace más de una década.

Victoriano Illachura, presidente del sector Mirador de Jesús, es uno de los dirigentes más críticos frente a la situación. Explica que 34 pueblos de la parte alta de Paucarpata se abastecen de agua solo dos veces por semana y durante una hora, obligando a cientos de familias a almacenar el líquido en condiciones precarias.

Illachura recuerda que existe un proyecto integral de agua y saneamiento que debía garantizar más de 5 mil conexiones domiciliarias, pero que se encuentra paralizado desde el 2015.“Tantos años y los tubos ya están dañados. El proyecto no ha sido entregado a Sedapar por parte de la municipalidad distrital, el Gobierno Regional y los mismos pueblos. Mientras tanto, seguimos esperando y sobreviviendo con horas contadas de agua”, denunció.

El retraso en la construcción de un sistema de drenaje y vías complementarias ha generado malestar que temen que los proyectos se conviertan en “elefantes blancos” mientras las necesidades siguen creciendo.El dirigente Valeriano, también de la parte alta, cuestiona la falta de personal capacitado en la gestión distrital. Según explica, las deficiencias se sienten tanto en la administración como en los servicios más básicos. “Faltan personas idóneas en los cargos. El recojo de basura es un ejemplo claro: antes el camión pasaba tres veces a la semana, ahora solo dos, y no llega a las partes altas. Además, los serenos tampoco cubren estas zonas; circulan vehículos extraños que roban y la población se siente abandonada”, señaló.En el pueblo joven Miguel Grau, considerado uno de los sectores vulnerables, la inseguridad se ha convertido en un problema continuo. Robos, asaltos y desmantelamiento de vehículos ocurren con frecuencia, según los propios vecinos.Vecinos organizados y dirigentes del pueblo joven Miguel Grau han denunciado amenazas de muerte tras formar comités vecinales para enfrentar robos, asaltos y casos de desmantelamiento de vehículos.

Edgar Yufra Cruz, secretario del pueblo joven, habló públicamente sobre al menos 10 dirigentes amenazados por “personas de mal vivir” cuando empezaron a coordinarse para frenar la delincuencia en su zona. “Nos enfrentamos a bandas organizadas. Cuando intentamos poner orden, nos intimidan. Muchos dirigentes han preferido callar por miedo, pero los problemas siguen”, relató a los medios. Los dirigentes coincidieron que existe una falta de planificación en el trabajo para combatir la delincuencia.A los problemas de agua y basura se suma la precariedad en la seguridad ciudadana. Serenos insuficientes limitan la respuesta ante emergencias, mientras la población percibe un aumento de extorsiones y pandillaje.

Según una encuesta de seguridad y percepción ciudadana, 24,70 % de los arequipeños fue víctima de algún delito en el último año. En el sondeo, los distritos con mayor incidencia son Cerro Colorado (26,77 %), Cercado (≈18,69 %) y Paucarpata con 11,11 %.