La doctora Champin nos recuerda que la profesión tiene una base ética y humana.

Por: Danna Felipe B.

La Medicina es una profesión que muestra la grandeza humana. Literalmente, se lucha contra la muerte. Pero, para que el egresado logre esa grandeza, no basta con una base teórica. La doctora Denisse Champin Michelena, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), nos recuerda que los estudiantes, desde su primer ciclo, deben estar imbuidos de ética y humanismo. Recordar que primero están atendiendo a una persona y, de encontrarle algún mal, recién se convierte en su paciente, por el cual darán todo de sí. Para eso se están formando.

“La ética debe estar inmersa en todos los cursos de la malla curricular. La nuestra se orienta a una formación que está centrada en la persona, centrada en el paciente.

Paciente es aquel que está enfermo; persona es aquella que todavía no se ha enfermado, y lo ideal es que el médico prevenga enfermedades, así que, por eso, lo ideal es trabajar mucho la prevención”, afirmó la doctora.

En una realidad en la que muchos profesionales han roto el juramento de consagrar su vida al servicio de la humanidad y su prioridad es el dinero, es extremadamente importante que en las universidades se refuercen estos conceptos de ética y humanismo a los jóvenes, a quienes nos atenderán en un futuro no tan lejano.

No obstante, Champin Michelena subraya que esto no debe hacerse dejando de lado los recursos que el siglo de la tecnología nos ofrece, y que cada vez son más y llegan a nuestras manos más rápido también. No son enemigos.

“Hay que saber utilizar las herramientas tecnológicas con juicio, con ética y humanismo, porque queremos buenos profesionales. Entonces, en la UTP, el estudiante aprende utilizando herramientas tecnológicas, pero sin perder de vista el hecho de que va a trabajar con personas. Eso es importante que lo tenga muy claro, porque sus clientes van a ser personas, o, si están enfermos, pacientes”, puntualizó.

Asimismo, la doctora señala que, en medio de todo lo expuesto, debe estar el desarrollo del pensamiento científico del estudiante, y en medicina lo ideal es que no se trabaje a solas.

“Necesitan desarrollar el pensamiento científico. Cuando uno tiene un problema, recoge información de distintas fuentes, la analiza y luego propone hipótesis para resolver ese problema”, explicó. En otras palabras, los jóvenes formarán equipos, trabajarán juntos, cada uno propondrá ideas para resolver un caso clínico, y luego se sintetizarán en una sola propuesta de solución. Y lo mismo compartirán con sus colegas cuando lleguen a vestir oficialmente una bata blanca dentro de un hospital.

Entonces, hasta el momento, académicamente hablando tenemos un perfil de un joven o señorita con base teórica y pensamiento científico, pero también se les debe inculcar las ganas de descubrir, investigar y que los resultados ayuden a cerrar brechas en salud. “Descubrir cosas nuevas que pueden transformarse en soluciones de salud”. Como las vacunas, que en la actualidad hay hasta preventivas contra el cáncer.

Todo eso sumado da como resultado un médico, pero, sumado a la ética y el humanismo, da como resultado una de las grandezas humanas.