Jóvenes están decididos a tomar acción. Serán el nexo entre las autoridades y la sociedad en busca de soluciones para los principales problemas de la region.

Se dice con frecuencia que la juventud está “dormida” frente a los grandes problemas que atraviesa nuestra región y el país. Sin embargo, Luciana Rodríguez Corrales, directora del Congreso Anual sobre la Región Arequipa (CARA), discrepa tajantemente. Para ella, el CARA es la prueba viva de que los jóvenes no solo están despiertos, sino también decididos a tomar acción, debatir y construir soluciones reales.

Del 23 al 24 de octubre, en el Centro de Convenciones de Cerro Juli, se realizará la edición número 18 del CARA, un evento que desde hace casi dos décadas reúne a jóvenes líderes universitarios, autoridades locales, representantes del sector privado y sociedad civil. Durante dos días, estos espacios de diálogo permitirán articular propuestas y compromisos concretos a favor del desarrollo sostenible y la gobernabilidad en Arequipa.

Bajo el lema “Labrando nuestra historia”, la programación de este año se dividirá en cuatro bloques temáticos: Análisis, Diagnóstico y Soluciones; Panorama Nacional e Internacional; Gobierno y Promesas; y De CARA a las Elecciones. Cada eje buscará conectar el diagnóstico social con la toma de decisiones, impulsando acuerdos que respondan a las necesidades reales de la población.

“CARA es un espacio de diálogo donde nosotros juntamos a quienes toman las decisiones en Arequipa para que puedan encontrar sinergias y compromisos de trabajo conjunto”, señaló Rodríguez Corrales.

A diferencia de años anteriores, esta edición apostará por un formato más participativo, priorizando conversatorios, paneles y mesas de trabajo que permitan el intercambio directo entre autoridades, empresarios, académicos y ciudadanos. “Queremos que las personas del público pregunten, opinen y planteen propuestas. Que sean parte activa del debate. Así, las conclusiones serán compartidas entre las autoridades competentes y los futuros beneficiarios”, añadió la directora.

El congreso, organizado íntegramente por estudiantes universitarios de diversas casas superiores de la región, tiene como meta generar una agenda joven para Arequipa, con compromisos de seguimiento y evaluación. Los organizadores serán, además, vigilantes de que los acuerdos alcanzados no queden solo en el papel, sino que se transformen en resultados tangibles.

En cada edición del CARA, los jóvenes asumen el reto de ser voceros de su generación y mediadores entre la ciudadanía y el Estado. Su participación demuestra que existe una nueva camada de líderes con visión de futuro, comprometidos con la transformación regional.

HISTORIA QUE INSPIRA: CARA

El Congreso Anual sobre la Región Arequipa nació en 2006, impulsado por un grupo de estudiantes de distintas universidades locales que compartían una preocupación común: la falta de espacios donde la juventud pudiera involucrarse en la toma de decisiones. Inspirados por el modelo de foros de liderazgo juvenil y debates ciudadanos, crearon un encuentro que buscaba conectar la voz joven con las autoridades y los actores productivos.

La primera edición se realizó en las instalaciones de la Universidad Católica de Santa María y reunió a menos de un centenar de asistentes. A lo largo de los años, CARA creció hasta consolidarse como uno de los eventos más importantes de reflexión regional, reconocido por su independencia, su rigurosidad y su capacidad de convocatoria. Hoy, miles de jóvenes han pasado por sus mesas de trabajo, y muchos de ellos ocupan cargos en instituciones públicas, privadas o en la sociedad civil organizada.

CARA 2025 mantiene viva esa esencia. Su lema, “Labrando nuestra historia”, no solo alude a la tradición arequipeña del trabajo y la palabra cumplida, sino también al propósito de cada generación de dejar un legado para el futuro.

La juventud de CARA lo tiene claro: no son espectadores del cambio, sino protagonistas de él. Con pasión, compromiso y visión, estos jóvenes líderes siguen construyendo puentes entre el ideal y la acción, entre la esperanza y los hechos, entre la Arequipa que sueñan y la que están decididos a forjar.