Los casi 7 mil muertos por el COVID en Arequipa
Por: Carlos Meneses
“Al rendir un homenaje a quienes, incluso, pagaron con su vida la defensa de pacientes, elevamos, como creyentes, una oración por los que se fueron y una demanda para que la primera línea de atención en Salud sea mejorada”.
Todo indica que estamos cerca del fin de la llamada tercera ola del coronavirus y, por cierto, es de lamentar que en el tiempo que empezó en marzo del 2020, aquí se han registrado 384 mil casos confirmados de lo que se ha convertido en una pandemia en alrededor de 100 países.
La primera y la segunda ola causaron en Arequipa gran pesar, pues fueron 6 mil 907 quienes pagaron con sus vidas el abandono en que se encontraba el sistema de Salud y ello conllevó dolor, pena y gasto a otras tantas familias directamente involucradas con las pérdidas sufridas.
Fue, también, el comienzo de un problema económico, de desempleo, que hasta ahora no se supera y afortunadamente en la tercera ola, y por una vacunación a tiempo, el número de los muertos no ha crecido como en los niveles de la primera y segunda aparición de casos graves.
Hay niños que han quedado huérfanos, viudas que cargan con nuevas penas, padres a los que queda solo recuerdo y oración alrededor de los que el coronavirus mató.
También, es verdad que cerca de 400 mil se salvaron y ello fue por la acción de quienes se pusieron en primera línea para luchar en su defensa, conseguir recursos para traer vacunas y organizar una campaña exitosa que está terminando con la inmunización de niños.
Estos dos años han sido muy dolorosos para todos los que viven en Arequipa y por eso invocamos a los que no se han vacunado o a quienes tienen dosis no colocadas que acudan a los centros de vacunación, con ello evitaremos más muertes y más sufrimiento.