Por: Carlos Meneses

“Ha llegado la hora de escuchar solo verdades en el diálogo entre la izquierda, el centro y la derecha peruana.”

A solo 24 horas de la citación hecha por el Congreso de la República al presidente Castillo para responder de cargos diversos, la expectativa nacional no solo está cifrada en los resultados del encuentro sino y fundamentalmente en la decisión del jefe del Estado de hablar sobre las acusaciones que confronta y que, en todos los casos, sin excepción alguna, han terminado en el silencio del mandatario o del abogado que lo remplace en los descargos.

Desde luego, el deseo ciudadano es que el gobernante hable pues el diálogo que reclama tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como la mayoría de peruanos, debe ser franco y verdadero, nada de arreglos bajo la mesa.

Todo debe ser expuesto en forma clara y meridiana para que ningún Fiscal tenga duda sobre el asunto que motiva las quejas contra el presidente y también para satisfacción colectiva de que tenemos un responsable representante de la Nación ajustado en su quehacer a lo que ordena la Constitución y las leyes.

Sabemos que desde el 2016, la vida política peruana ha sido difícil e incómoda. Solo así se explica que tengamos desde entonces 5 presidentes y que nuestra estabilidad económica política y social fue afectada en una forma tal que a nadie le alcanza lo que gana o tiene como ingreso frente a mercaderías que se elevan de precio todos los días o subas como la de los combustibles que nadie puede soportar.

Queda poco tiempo para despejar dudas y de seguro todos sentimos haber esperado demasiado para conocerla. Ha llegado el momento de confiarnos entre peruanos lo que pudieron ser secretos y decir verdades ocultas. También es la oportunidad de que develados los misterios podamos conversar sobre cómo arreglar las cosas, ojalá para entonces el presidente de la República se haya convertido en el líder de todos los peruanos en el que podemos confiar porque nos ha dicho verdades.