Se debe llamar a la unidad y convocar a profesionales
Por: Roxana Ortiz A.

Estamos muy dolidos por lo que está pasando en el país ante el desborde popular que ya ha llegado a su límite y no se ven soluciones. El presidente Castillo debe reconocer que ya no puede manejar la situación y convocar a la unidad de todos los peruanos y sobre todo, convocar a buenos profesionales y técnicos para poder salir de la crisis, señaló el Arzobispo de Arequipa, monseñor Javier del Río Alba.

“Hay que destacar su honestidad al decir que no está preparado para gobernar y es momento de buscar ayuda en tantos buenos profesionales que no necesariamente están relacionados con la política, honestos, con calidad ética y moral y con deseos de trabajar; dejando de lado ideologías, partidismos y los intereses de pequeños grupos”, añadió.

Dijo que el Congreso debería hacer lo propio y ayudar a la gobernabilidad, pues tiene un peor rechazo de la población. Considera la autoridad eclesiástica en Arequipa, que va a ser muy difícil que el mandatario Pedro Castillo renuncie, después que le ha costado llegara al poder y se nota que no tiene intenciones de hacerlo, pero puede buscar ayuda.

Algo que dijo le llama mucho la atención es que con tantos muertos no se haya generado un gran escándalo en el país. “Me acuerdo cuando fallecieron dos jóvenes en el gobierno de Manuel Merino y se generó un escándalo nacional y ahora los médicos de comunicación no dicen nada. El Estado debe tener mucho cuidado de cómo responde a estas acciones, no se puede hablar “sólo de cuatro muertos”. Un solo muerto clama al cielo y ya se debería detener la violencia.

Hay que reconocer que parte del problema se originó en la suba de los precios de muchos insumos y alimentos que se importan del extranjero; pero también la crisis se debe a causas internas. La inversión privada ha disminuido drásticamente y con ello los puestos de trabajo; tampoco se ve nada de inversión pública y la mayoría de peruanos no pueden siquiera comenzar a llenar su canasta con alimentos básicos para sobrevivir y eso también está desesperando a la población.

“La protesta pacífica es un derecho humano universal, pero se debe evitar hacer daño a la propiedad pública y privada, quienes lideran las protestas tienen que evitar el vandalismo porque quita valor por lo que se reclama, cuando se tiene que atraer la atención a los problemas de la sociedad”, añadió Monseñor Del Río.

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