MANUEL SEOANE: VISIONARIO DEL APEC
Por: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes
El 01 de noviembre hubiera cumplido 123 años. Cuestionó a la oligarquía, de los barones del azúcar y algodón, con potentes y estremecedoras frases políticas, de su autoría: quieren “cholo barato y azúcar caro”, tener trabajadores sin derechos, sin beneficios y con salarios miserables; para “hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres”, herencia del colonialismo de tener una casta con todas las comodidades y privilegios, a base de la indigencia de millones de personas; ampliándola con esta expresión denunciadora de la indignante desigualdad de nuestra sociedad “hay pocos que tienen mucho, y muchos que tienen poco”; completándola con aquélla oración, muy celebrada en 1931 “El Perú no necesita ni un gamonal ni un general. Porque el Perú no es ni un cuartel ni una hacienda”.
Era un maestro enseñando economía, la inflación, la graficaba con “echar más agua al caldo”, aumentaba este alimento, pero, se le quitaba sustancia, sabor y nutrición; así es la inflación, hay más billetes, pero, con escaso valor, con menor poder adquisitivo. Los subsidios del Estado, lo comparaba a las muletas de una persona con sus piernas afectadas, sirven para ayudar a caminar al lisiado; una vez, recupere salud y movilidad de sus extremidades, ya no necesita las muletas. Así son los subsidios, de aplicación temporal y excepcional, no permanente y sin justificación.
Gustaba decir ser periodista, fundó el diario La Tribuna “con un capital de cien soles y un millón de ilusiones”, innovó las formas, colores y estructuras de la prensa escrita, en nuestro país; cuando terminaba sus labores, en el Parlamento, invitaba: “vamos a La Tribuna. No basta con un discurso. Hay que saber divulgarlo”, es el creador del “canje publicitario” de bienes para el personal abnegado del diario, con publicidad en el medio. Desterrado en Chile, por las tiranías plutocráticas, asumió la dirección de la Revista Ercilla, renovó el periodismo chileno.
Constituyente en 1931, junto con los congresistas de la Primera y Combativa Célula Parlamentaria Aprista, los expulsaron a la fuerza bruta, la enfrentaron con convicción y sin dobleces; contribuyó en la edificación de la organización aprista y configuración de su doctrina; autor de la Ley del Canillita cuando Senador de la República.
Visionario del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), en un artículo, de fecha 19 de octubre de 1954, evoca el viaje de William Willis, quien en balsa primitiva, partió de El Callao, llegó a “las distantes islas Samoa, de Oceanía”; refiere, “la travesía de la balsa ‘Kon Tiki’, realizado en 1947 por seis científicos escandinavos”; ambas hazañas, “se inspiraron directamente en las narraciones del asombroso viaje que en el siglo XV realizó Túpac Inca Yupanqui, con veinte mil soldados, en una fantástica aventura marina que duró aproximadamente un año, en viaje de ida y vuelta”. Nuestro Manolo, refuerza su teoría, -no desarrollada por los Ministerios de Educación, Cultura, tampoco por las Universidades-, con apreciaciones de un científico europeo, al escribir: “¿Hasta dónde fueron Túpac Inca y sus hombres, hace quinientos años, en un mundo sin mapas ni radiotelegrafía? El sabio francés Rivet, ahora de visita en Santiago, en su obra Los orígenes del hombre americano, renuncia a las pistas etimológicas para ubicar las islas mencionadas: supone que fueron islas de Oceanía. Y cita tradiciones de los mangarevienses, del archipiélago de Gambier, y de las Islas Marquesas, que hablan de un gran jefe, Tupa, que vino del Este en unas embarcaciones”, pone como prueba nuestro plato favorito: “El rico cebiche peruano es un testimonio de esta larga convivencia en el mar. Se prepara con pescado crudo, que se cuece con limones, originalmente provenientes de Oceanía”.
Como visionario: “plantea la realidad de nuestro destino geográfico. Ecuador, Chile y Perú son países de rostro oceánico… Por el camino que recorrieron Túpac, la Kon Tiki y Mr. Willis, se llega directamente a la Oceanía, Australia, y las densas poblaciones de la India, la China y el Japón. Muchos creen que el Océano Pacífico es el mar del porvenir. Falta imaginación para tentar nuevas rutas y romper la rutina”. (Datos extraídos del libro “Seoane Páginas escogidas”, de Eugenio Chang-Rodríguez, Fondo Editorial del Congreso del Perú, págs. 346-348). En 1989, treinta y cinco años después, en Australia, se estableció el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico; nuestro Perú, desde 1998 integra el APEC. Manuel