Hacia una mejor comprensión de El Niño
Ivonne Montes – Investigadora científica del IGP
CIENCIA
El Niño Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés), cuyas manifestaciones son conocidas por la gente como El Niño y La Niña, es uno de los modos de variabilidad climática más importantes en el océano Pacífico, el cual ejerce una gran influencia sobre las precipitaciones a nivel global y regional.
En el Perú, la fase cálida del ENSO, el Niño, es la que causa mayores impactos, ya que no solo afecta las precipitaciones en la costa norte del país, sino también en los Andes y en la Amazonía. Así, El Niño puede causar grandes daños a infraestructuras, actividades económicas y, más importante, la seguridad y el bienestar de las personas y sus medios de vida.
Ante este peligro, los científicos que estudiamos el océano, la atmósfera y el clima tenemos el reto y la necesidad de realizar un pronóstico de la magnitud posible de El Niño año a año. ¿Labor sencilla? Puede parecer, pero se requiere hacer una evaluación permanente del océano y la atmósfera que permita monitorear la temperatura superficial del mar en regiones específicas, observar los patrones de vientos, la presión atmosférica y, especialmente, sus respectivas anomalías, además de otros procesos. Aun así, pronosticar El Niño es complicado debido a la complejidad y las interconexiones de los procesos oceánicos y atmosféricos que caracterizan a este fenómeno climático.
En el país, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), como parte de la comisión Enfen, utiliza modelos climáticos para simular y prever el comportamiento futuro de las condiciones oceánicas y atmosféricas, donde estos modelos tienen en cuenta los datos históricos y las condiciones actuales para proyectar los posibles escenarios futuros. No obstante, como lo mencioné antes, esta no es una labor simple, mecánica y libre de incertidumbres, pero ello no nos impide examinar alternativas que nos permitan llegar a la meta de un pronóstico efectivo.
Por ello, en el IGP hemos desarrollado el Modelo Regional Sistema Tierra, que se construye con base en un modelo oceánico y un modelo atmosférico que trabajan juntos. ¿Qué significa esto? Para explicarlo en términos sencillos, se tiene toda la información de la atmósfera y del océano en lugar de cada componente separado. Así, examinamos la retroalimentación e interacción continua de este sistema acoplado y si se dan, en un momento dado, condiciones de ocurrencia de El Niño y los impactos que pueden desarrollarse en la Amazonía, los Andes y la costa peruana.
Por tanto, hoy se suma al empleo de modelos climáticos globales el Modelo Regional Sistema Tierra del IGP, cuyo fin es su utilización como herramienta de pronóstico para el Enfen. Nuestro compromiso es crear las mejores herramientas para intentar comprender al entorno que nos rodea y seguir haciendo, hoy más que nunca, “ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.