El problema del agua
Por: Carlos Meneses
El problema del agua debe resolverse de una vez y para siempre. No solo Sedapar tiene la palabra, sino también las municipalidades y las autoridades de salud pública.
Un millón de arequipeños no están recibiendo agua potable en condiciones higiénicas y satisfactorias como consecuencia de la turbidez de agua en el río Chili, haciendo recordar experiencia lamentable de otros tiempos que mantuvo en tan incómoda situación a la población en general hace menos de 15 años.
Se supone que Sedapar cierra los accesos a las plantas de tratamiento cuando las condiciones así lo exigen para proteger las instalaciones de purificación de las aguas turbias, pero resulta intolerable que no se busque y encuentre solución al problema que el millón de habitantes que somos en Arequipa confrontamos. Es más, una conspiración de silencio dificulta el derecho de todos los usuarios a informarse sobre cuánto va a durar está desagradable situación y cómo puede resolverse un problema que debe tener solución técnica adecuada y pronta.
La ciudad no puede permanecer en las condiciones en la que ahora está, cuando sobre ella apenas ha caído lluvia por 20 minutos en la última semana. No es aceptable la respuesta que se da a la incómoda situación que se vive y la empresa de saneamiento debe dar respuesta a la demanda colectiva de tener agua potable en forma pronta y en condiciones adecuadas, pero no solo se requiere de una explicación de parte, sino que los colegios profesionales deben demandarla proponiendo alternativas de solución que no se restrinjan a los funcionarios de Sedapar sino a quienes quieren bien servir a una ciudad que lo exige en forma terminante e inmediata.
Además, queremos una solución duradera y la seguridad de que lo que ocurre ahora no se repetirá en el futuro, pues la ciudadanía no lo aceptará de ninguna manera sobre todo cuando hay recursos para evitarlo.