Por: Willard Díaz

Algo de paradisíaco, de adánico hay en los hechos fundacionales que los hace no solo importantes sino incluso bellos. Asistir a la fundación de una universidad, y más si es una universidad de arte, la primera creada en Perú y desde Cusco, es un hecho exultante para cualquiera que tenga parte aunque sea mínima en él.

Me cupo la suerte de ser miembro del equipo editorial del segundo número de la revista Contraste – Arte y Cultura, el primer medio de comunicación de la investigación académica de los profesores de la recién creada Universidad Nacional Diego Quispe Tito, cargo con el que no solo fui honrado, sino que me ha permitido aproximarme tanto como era posible para un profesor ajeno, al trabajo de investigación y redacción de textos de los artistas docentes de la universidad.

Durante largas jornadas de lectura, comentario, revisión y corrección, con versiones que iban y venían de vuelta, acabé por conocer casi de memoria cada línea de cada uno de los artículos que aquí se publican. Doy fe por ello de la pasión con la cual los encargados, los autores, el director y su equipo editorial han asumido la tarea de preparar una revista que hunda en tierra los cimientos sólidos de lo que será sin duda una publicación imprescindible para el desarrollo institucional de la Diego Quispe Tito.

A investigar se aprende investigando, a escribir informes de investigación se aprende escribiéndolos. En esta etapa en la que todo está por hacerse en una universidad nueva, aun si creada sobre la base de una Escuela de reconocida tradición, todos los esfuerzos, grandes por necesidad, forman parte de los cimientos del edificio académico y artístico de lo que será sin duda una de las mejores universidades del país. Todo lo que aquí se haga va a ser modelo de lo que se podría hacer en otros lugares, en otras escuelas en vías de transformación. De allí la enorme importancia y la responsabilidad de hacerlo tan bien como sea posible. A esa tarea se ha dedicado con alegría, con esmero y con firmeza el equipo de Contraste – Arte y Cultura, me consta, y por eso espero que la revista subsista y acumule experiencia, crezca y se supere a sí misma con cada número por venir.

La universidad peruana, a partir de la nueva ley que la rige, está pensada para producir conocimiento, para investigar al mismo tiempo y con los mismos materiales con los que educa y forma a sus estudiantes. Por eso el énfasis en la investigación y la creación que se advierte en la conducción actual de la Diego Quispe Tito y en sus diferentes departamentos y direcciones, comisiones y comités; énfasis que es el sustrato del trabajo de cada uno de los profesores de la institución y de la revista que hoy presentamos. Contraste – Arte y Cultura, es de momento la vitrina en que se luce el proceso de aprendizaje de la investigación de sus artistas docentes; palestra que nace, que hoy se fortalece y se dirige con decisión y coraje hacia los estándares más altos de la producción universitaria. Su cuidado formato, la belleza de su presentación, irán cada vez más acorde con la perfección y riqueza, con la importancia y el valor de sus textos, estamos seguros. Pero hoy, nos place presentar este segundo número con toda la alegría de un descubrimiento, de un aporte sólido al crecimiento del prestigio de la universidad.

Agradezco sobremanera al director que me convocó y me dio la oportunidad de sumarme a esta empresa fundacional, de dejar mi nombre en la columna de créditos de una revista que va a quedar como documento para la historia de la fundación de la Universidad Diego Quipe Tito y que espero quede también como parangón del esfuerzo por hacer la cosas bien y del inmenso cariño por la institución que ello significa.

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