Por: Carlos Meneses

“El problema de la delincuencia es común a todo el país y no constituye un hecho singular en Arequipa”.

El coronel de la PNP Alfonso Chávarry Estrada, mandó un mensaje al general jefe de la IX Región Policial de Arequipa, Víctor Zanabria Angulo, le dijo que debía estar pensando mañana, tarde y noche en la mejor manera de hacer frente a la ola delincuencial de Arequipa en lugar de pedir el estado de emergencia para esta zona. También le recomendó no pensar en hacer manifestaciones de protesta contra de quienes alteran el orden público.

Asimismo agregó que mientras permanezca al frente de la Policía debe actuar con energía para detener los abusos de extranjeros y nacionales que se dedican a la mala vida.

En realidad, bien podría contestar el general Zanabria que él está solo temporalmente a cargo de la región, pues ya le toca el cambio de su colocación a Lima y que todo dependerá de su nuevo destino para ponerse a pensar en lo que debe hacer con respecto a la futura comunidad a la que sirva.

Al margen de este tira y jala interior. Es bueno saber que a pesar de las protestas ciudadanas, la delincuencia en Arequipa no tiene la dimensión que se observa en otras regiones del país, como por ejemplo La Libertad y que corresponderá también al gobierno como un todo considerar mejorar los sistemas de control de los extranjeros que están realizando prácticas indebidas en no solo la ciudad capital de Arequipa, sino en otros puntos de la República motivando inquietud colectiva y organizándose en bandas que realizan cobranzas de crédito a punta de cañón y bala.

También es necesario señalar que gran parte de la responsabilidad de lo que angustia a nuestro alcalde provincial y autoridades locales es lo que ocurre con el gobierno central que tiene que ordenarse para regularizar su funcionamiento.