— Redacción Diario El Pueblo —

Durante la pandemia, al ex gobernador regional Elmer Cáceres Llica, se le ocurrió ejecutar una serie de obras en el hospital Honorio Delgado Espinoza y en otros centros de salud de la ciudad, que en el primer caso, perjudicó una normal atención, pues se quedaron sin ambientes habilitados para atender a la gran cantidad de contagiados con la COVID-19.

Por trabajos durante la pandemia

Pero adicionalmente a ello, se decidió ejecutar los trabajos, amparados en la emergencia sanitaria, mediante invitación a los proveedores y por contratación directa. En muchos de los casos, los documentos se hicieron de mala manera, ya que no se pudieron entregar a tiempo las obras.

Como se había contratado de forma directa, muchos de los documentos eran rechazados en el Consejo Regional a donde eran derivados para que den la conformidad y aprueben los respectivos pagos. Los consejeros exigían que sea el propio Gobernador quien los autorice, algo que al parecer nunca se logró dar, pues son alrededor de 70 empresas las que están exigiendo el pago de los trabajos ejecutados.

Ayer una gran cantidad de esos proveedores se reunieron para manifestar y exigir el dinero por el trabajo hecho, denunciando que las actuales autoridades ni siquiera los quieren recibir, argumentando que seguramente eran proveedores elegidos a dedo y para favorecer a quienes apoyaron a la gestión.

“Nosotros hemos recibido la invitación del Gobierno Regional para hacer los trabajos en una época donde todos tenían miedo de salir contagiados y nosotros también contrajimos la COVID, pero cumplimos con nuestros trabajo y exigimos que se nos pague lo que nos adeudan”, señaló Juan José Taco, proveedor de muebles.

Creen que se trata de unos 20 millones de soles los que deben a los proveedores que trabajaron durante dos años, en centros de salud como Pedro P. Díaz, Mariano Melgar, Paucarpata, el Geriátrico, Goyeneche, Honorio Delgado, entre otros. Aseguran que incluso comenzaron a trabajar confiando en la buena fe de los anteriores funcionarios, porque ni siquiera recibieron adelanto por el trabajo.

La desesperación a la que los está llevando la falta de pago, hará que incluso quieran retirar sus equipos y mobiliarios que instalaron en los hospitales. En el caso del Honorio Delgado, se hizo la remodelación de todo el local, desde el sótano hasta el sexto piso, incluyendo la emergencia y la sala de cuidados intensivos, hecho del que se jactaba Cáceres Llica. Algunos trabajos aún no se culminan como el caso de la Emergencia. Ahora tienen serios problemas para pagar préstamos bancarios y ante la misma SUNAT.