En unos días el pan se estaría vendiendo a 3 unidades por un sol
— Redacción Diario El Pueblo —
El incremento del precio de la harina y otros insumos para la elaboración del pan, estaría obligando a los panificadores a subir el precio de este producto y se estaría vendiendo, ya no a 4 panes por un sol, sino a 3 panes por 1 sol, según lo informó el presidente de la Asociación de Panaderos de Arequipa, Fredy Prieto Martínez.
Por mayor costo de trigo y otros insumos
El dirigente señaló que esta es una muy mala noticia para la población arequipeña, pero no pueden hacer nada al respecto, porque la problemática es a nivel nacional y se trata de la importación de la harina de Argentina, Canadá, Estados Unidos y Australia, países productores que también han sido afectados por el cambio climático y su producción bajó considerablemente.
Indicó que en Perú es muy poco el trigo que se produce y no es suficiente para abastecer todo el mercado nacional, por lo que se tienen que importar el principal insumo para la elaboración del pan. Dijo que desde hace un par de semanas, el quintal de harina que se compraba en 95 a 98 soles, ahora se vende entre 120 a 128 soles.
Igualmente la manteca, cuya caja se adquiría en 45 soles, se subió al doble, unos 90 soles, por lo que es imposible mantener los mismos costos. El incremento de precio lo determinarán de manera independiente los panaderos, de acuerdo hasta cuando les dure el stock de materiales o insumos que hayan adquirido con anticipación.
Prieto Martínez indicó que la suba del precio de insumos, además de afectar a la población, también afecta a los panificadores, que en la región Arequipa son un promedio de mil 300 productores, además de otros 350 que trabajan de manera informal.
La única alternativa que tendrían para mantener el precio de la unidad de pan, sería que el Gobierno decida suspender los impuestos que se aplican a su producción como es el Impuesto General a las Ventas; de lo contrario, en algunos días más, los ciudadanos arequipeños comprarán con sobreprecio o finalmente podrían dejar de comprarlo y podrán optar por otras alternativas de consumo.
Este beneficio podría alcanzar a quienes trabajan formalmente en el sector, dejando de lado a quienes no lo hacen y que de alguna manera les hacen una competencia desleal, puesto que trabajan en el interior de viviendas y además de no pagar impuestos, tampoco pagan por los servicios de agua y electricidad de uso comercial, que es mucho más costoso que el servicio domiciliario.
Por las constantes subas de los insumos y los bajos precios del pan, es que muchos panificadores han quebrado durante la pandemia de la COVID, entre unos 150 a 180 empresarios, entre formales e informales, quienes se han visto obligados a rematar su maquinaria para dedicarse a otro rubro empresarial.