Por: Carlos Meneses

“Buscar ministros no es cosa de otro mundo es simplemente el deseo de hallar a los más capaces y buenos que existan entre 30 millones de peruanos”.

Nunca como ahora los peruanos hemos polemizado tanto alrededor de los varones y mujeres que han sido escogidos para gobernarnos como miembros del gabinete ministerial. Tampoco podemos encontrar en la historia peruana un régimen que en solo 6 meses haya propuesto para conducir el país a 4 gabinetes.

Ha habido cuestionamientos a muchos de los elegidos y obligado a realizar cambios, que de no haberse hecho hubieran tornado inviables a los consejos de ministros que se propusieron en voto de confianza al Congreso.

Se ha llegado al extremo de poner en riesgo la estabilidad gubernamental por la presencia de algunos hombres y también mujeres que se designaron a ministerios sin tener la seguridad de que deberían merecer la aprobación de los congresistas.

Así las cosas y con gente que no quiere dialogar, sino imponer. Los peruanos estamos en una coyuntura difícil de la que no podremos salir bien librados, si es que no hay el propósito de defender la estabilidad republicana y hacer lo mejor que se pueda por un país en apuros.

Buscamos ministros que sean responsables, que no tengan un pasado opaco o casi delictuoso, requerimos de mujeres y hombres que se entreguen a una causa de bien y no en defensa de intereses subalternos. En tal afán, tenemos en treinta millones de habitantes a los que se requieren, si se les da la oportunidad por sus merecimientos y por sus éxitos, queremos ministros de primera talla y así como se han encontrado en otros tiempos e incluso ahora algunos de los propuestos en el gabinete de Aníbal Torres.

Todo está en buscarlos y encontrarlos para que con ellos se pueda dar el salto deseado hacia un régimen de prosperidad de trabajo honesto y de entrega total como lo hemos hecho con la vacunación.