Las mujeres también hacemos ciencia
Por: Alicia Peralta – Química
En el Perú hemos tenido ejemplos de mujeres que han dejado huella en el campo de la ciencia. Tenemos a Laura Rodríguez Dulanto, la primera médica peruana egresada de San Marcos en 1900; a la doctora Olga Lock Sing de Ugaz, una vida dedicada a la docencia en Química e investigación de productos naturales en especies nativas andinas y amazónicas, especialmente de uso medicinal y tintóreas; y a la reconocida investigadora María Reiche, quien estudió matemáticas, geografía y física en Alemania y, luego de nacionalizarse peruana, estudió las líneas de Nasca. Estas son algunas de las brillantes mujeres que han demostrado tener la capacidad de desempeñarse con éxito en este fantástico mundo de la ciencia.
Sin embargo, en pleno siglo XXI aún hay enormes brechas para incrementar la participación de las mujeres en la ciencia. Según la Unesco, en el mundo tres de cada 10 investigadores científicos son mujeres. A pesar de ello, se ven algunos esfuerzos esperanzadores de empresas y diversas organizaciones que están generado espacios equitativos, libres de discriminación y reduciendo las barreras para motivar la participación de mujeres en el campo científico.
Estos esfuerzos se ven reflejados en cifras que nos llenan de orgullo. Según el Directorio Nacional de Investigadores e Innovadores (Dina), existen 12,541 científicas peruanas registradas en su plataforma. Asimismo, Lima y Arequipa son las dos regiones que concentran la mayor cantidad de mujeres dedicadas a este campo. Aun así, el número sigue siendo bajo, pero el objetivo es continuar trabajando por un campo mucho más igualitario, sobre todo, en el complejo contexto en el que hoy nos encontramos producto de la pandemia. El esfuerzo es desde todos los frentes, incluyendo a la empresa privada.
Empresas como BASF, por ejemplo, han logrado que el 31.45% de los puestos de liderazgo en Sudamérica sean ocupados por mujeres. Y si queremos conocer el contexto en el país, el 49% de las personas contratadas en el último año también fueron mujeres.
Integrar a más mujeres en las empresas y ocupando cargos directivos, definitivamente no es una tarea fácil; pero es un hecho que puede ir cambiando si se busca el equilibrio, comprometiendo a los más altos rangos de las organizaciones, estableciendo una cultura de igualdad de género, sin estereotipos y creyendo en su capacidad. Esa es la clave. Solo así podremos impulsar un verdadero cambio, uno en que se pase de lo aspiracional a lo palpable y real.
Finalmente, el compromiso de todos es lograr que más mujeres puedan ser figuras en el ámbito de la ciencia, logrando reducir las brechas existentes a nivel de acceso y participación en investigación, carreras y con un sueldo que refleje su talento y su valor. De igual manera, queremos ser un país donde las mujeres sigamos haciendo más ciencia y creando química por un futuro sostenible.