Parejas que conviven sin casarse son un 43.3 por ciento
Por: Dany La Torre

El convivir sin casarse se ha tornado en un hábito creciente en la sociedad peruana. Según la directora del Instituto para el matrimonio y la familia de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), Lila Paola Cerellino Cernades, el riesgo de separación de este tipo de parejas es mayor y puede generar un considerable aumento de familias monoparentales. Hasta el año 2017, el número de parejas de hecho alcanzó el 43.3% en el país.

En 1993, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) realizó un censo nacional para conocer las características de la población y de las viviendas en el Perú. De un total de 8 826 212 de personas mayores de 12 años que alguna vez estuvieron unidos, el 61% estuvo casado, mientras que el 28.2% eran convivientes. La cifra remarcó que la mayor parte de peruanos prefería el matrimonio como alternativa principal para conformar una familia.

Sin embargo, de acuerdo al censo del 2017, los números marcaron una tendencia contraria. En una condición similar (personas mayores de 12 años), el 43.3% de peruanos optó por formar una pareja de hecho, mientras que el 41.7% fueron casados. Es decir, el número de personas convivientes fue superior al de casados.

Ante ello, la directora del Instituto para el matrimonio y la familia de la UCSP, detalla que se pueden presentar nuevos riesgos que toman, como principales perjudicados, “a los hijos”. “Las investigaciones nos dicen que las uniones de convivencia tienen más probabilidades de romperse o separarse (…) en una encuesta representativa tomada a las mujeres del Perú, se supo que gran parte de las personas que conviven y tienen hijos, tienen más riesgo de separarse y esto puede generar una monoparentalidad de jefatura femenina”, explicó.

La investigadora, detalla que, en 1996, el 81% de menores vivían en familias biparentales (constituidas por padre, madre e hijos). En tanto, para el año 2020, sólo el 71.4% llegó a tener una familia biparental. “Lo preocupante es que, en hogares monoparentales, hay un aumento de dificultades económicas, (en muchos casos) sabemos que la pobreza tiene un rostro femenino dentro de este tipo de hogares”, agregó.

En 1996, del total de niños que vivían en familias monoparentales, se conoció que el 84% vivían con la madre, mientras que para el año 2020, la cifra ascendió al 88.4%. “En los hijos puede haber consecuencias negativas para su rendimiento académico o incluso hasta deserción escolar (…) y el hecho de que ahora hay más personas que conviven que las casadas, es un dato alarmante porque sabemos que existe una mayor probabilidad de que puedan separarse y el problema está en la ruptura del vínculo y los efectos que puede tener en la familia y sobre todo en los hijos”, dijo.

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