Por: Cecilia Bákula – El Montonero

Recientemente tuvo lugar, y por todo lo alto, la inauguración de una extraordinaria exposición de la riqueza cultural del Perú en París. La ciudad luz se vistió de gala para recibir esta exposición en el museo denominado Cite de l’Architecture et du Patrimoine, ubicado en el Palais Chaillot que queda en plena plaza de Trocadero. Un espacio urbano mágico, por su cercanía con la explanada de la Torre Eiffel, ha sido el lugar adecuado para que nuestro importantísimo patrimonio cultural se convierta en la mejor embajada de nuestro país y en la oportunidad que vienen aprovechando miles de visitantes para acercarse al descubrimiento de la potente cultura peruana de todos los tiempos.

Se trata de un evento que ha concitado la atención de todos los medios franceses. Ya desde días antes de la inauguración, la venta de entradas se encontraba absolutamente en el primer lugar del interés de parisinos y turistas. Quizá uno podría preguntarse por qué, en una ciudad en donde la oferta cultural es tan grande y variada, una exposición cultural del Perú puede concitar tanto interés y la respuesta es siempre una y la misma: el Perú ejerce una atracción casi magnética por la diversidad de sus expresiones culturales y por la riqueza de sus muy diversas manifestaciones referidas a culturas precolombinas.

Es imposible no mencionar la extraordinaria labor de difusión que se ha venido realizando y lo impactante que ha sido ver paneles referidos a la exposición en toda la ciudad, incluidos los buses que llevaban una sugestiva imagen y los grandes paneles en las estaciones del metro, por donde circulan millones de personas diariamente. El Perú había tomado visualmente la ciudad y la respuesta no se hizo esperar; la afluencia de público ha sido, desde el día siguiente a la inauguración, masiva y constante.

Este evento de gran calidad se debe a la labor tesonera, profesional y eficiente de muchas personas. Cabe destacar, por supuesto, la labor del Museo Larco, que tiene amplia experiencia en la realización de este tipo de exposiciones; la mayor cantidad de piezas proviene de su colección y otras pocas, del Museo de sitio Manuel Chávez Ballón de Machu Picchu. En conjunto, las piezas mostraban una visión general de la calidad, variedad, mensaje, delicadeza y excelencia de las diversas culturas peruanas a lo largo del tiempo en piezas de cerámica, piedra, textiles y oro, desde el período formativo hasta la etapa inca. Un paseo por la historia de la belleza, la cosmovisión y el entorno pues fue posible que los visitantes pudieran tener una inmersión en la singularidad de la geografía andina a través de un vuelo virtual mediante el cual se puede recorrer la fascinante ciudadela de Machu Picchu. Un trabajo impecable de acercamiento a ese universo extraordinario utilizando las más modernas técnicas en el manejo de las imágenes; una manera contemporánea de hacer Machu Picchu accesible a quienes están distantes y una invitación segura para que visitar el sitio se convierta en una meta para muchos.

Pero estos logros no son una entelequia; es la concreción del trabajo y esfuerzo de muchos y por mencionar solo a algunos, es necesario destacar la generosa participación del Museo Larco en la persona de sus autoridades Andrés Álvarez Calderón y Ulla Holmquist así como la sensibilidad y extraordinario profesionalismo de la curadora, Carole Fraresso. Esta exposición es también resultado de un trabajo de años que se debe a Joe Koechlin, presidente de la Asociación Inkaterra quien con una tenacidad que destaca y la certeza de que exhibir y difundir el Perú es una obligación de quien ama a la patria, pudo convocar y convencer a John Norman presidente de World Heritage Exhibitions para que se sumara a este empeño y se llevara a cabo la exposición que estará en París hasta fines de setiembre.

Extraordinario es el montaje moderno y novedoso con una serie de elementos visuales que enamoran y atrapan al visitante, incluyendo pequeños videos que permiten ver algunas piezas como que si hubieran cobrado vida y todo discurre en un espacio en el que el deleite prima y el aprendizaje y conocimiento de lo nuestro es la consecuencia.

Imposible dejar de mencionar el cálido apoyo de Rosario Pajuelo quien es la Directora de PromPerú en Francia; haciendo auténticos malabares ella consiguió un pequeño aporte para el día de la inauguración con la presencia de un grupo folklórico que animó la fiesta inaugural, para deleite de los muchos asistentes. No obstante ello, es necesario señalar que esta exposición que engrandece al Perú y muestra lo más destacado de nuestra esencia e historia milenaria, es un logro de la empresa privada pues no se trata de un evento que haya sido sustentado ni cubierto por sector alguno del gobierno, por lo que el éxito alcanzado nos permite señalar que, en muchos campos, a donde no llega el Estado, llega y con rotunda presencia la empresa privada. Son muchas otras empresas y personas las que han participado, yo refiero solo algunos cuya presencia y compromiso fueron determinantes.

Como corolario, vale señalar la calidad del catálogo impreso, el material para niños y la variedad de productos que fueron puestos a disposición del público en la tienda de suvenires. A eso debemos acostumbrarnos a que nuestro país merece lo mejor, la más alta calidad y el más dedicado de los esfuerzos.

En resumen, una vitrina de la más alta calidad para que el Perú sea visto en aquellos aspectos en los que somos únicos: variedad y riqueza cultural y natural, que obliga a agradecer a quienes lo hicieron posible, que se preparan ya para que, en octubre, el éxito alcanzado en París se replique en Milán.