Priorización de la salud del trabajador
Por: Dra. Ana María Llerena

En el Perú existen más de 2 millones de empresas activas que, para continuar produciendo, deben priorizar uno de los aspectos que forman parte del éxito de toda compañía: la salud de sus colaboradores, que impacta en su productividad y rendimiento, así como en el desarrollo de la empresa. Sin embargo, a la fecha existen grandes desafíos que se mantienen.

Por ejemplo, de los 13 millones de personas ocupadas del área urbana, solo el 28.6% tiene un empleo formal, una cifra preocupante, ya que estos trabajadores no acceden a servicios de salud oportunos y de calidad.

Por otro lado, hay una importante brecha de centros especializados y profesionales médicos en salud ocupacional disponibles para atender a los más de 16 millones de personas que forman parte de la población económicamente activa (PEA), solo en Lima existen más de 150 centros de salud ocupacional.

A pesar de estos grandes desafíos, la pandemia permitió que muchas empresas y empleadores tomaran conciencia de la necesidad de contar con un sistema integral de seguridad y salud en el trabajo para proteger los entornos laborales y resguardar la salud de sus colaboradores.

Si bien antes de la emergencia sanitaria este tipo de programas eran aplicados con mayor frecuencia por sectores empresariales de alto riesgo, como el minero, petrolero, constructor, entre otros, hoy la realidad es otra. De acuerdo con el reciente informe El pulso de la salud ocupacional en el Perú, desarrollado por nuestra área médica, la pandemia impulsó que las empresas medianas que tienen más de 100 colaboradores, cuyas actividades son consideradas de bajo riesgo, aumentaran la demanda de estos servicios en un 40%.

El cuidado de la salud de los trabajadores no solo influye en su bienestar personal, sino también tiene un impacto en el desarrollo de la empresa. Un colaborador saludable es un trabajador motivado, productivo, que puede entregar excelentes resultados.

Por otro lado, este mismo informe ha evidenciado que los programas de salud ocupacional ayudan a reducir el ausentismo laboral en más del 25%, aumenta la calidad de vida del colaborador y disminuye los costos de atención sanitaria para las empresas en un 26%.

En esa línea, la ejecución de estas medidas de prevención a favor de la salud de los colaboradores resulta sumamente prioritaria, ya que brindan de forma permanente información acerca de su salud y permite prever el impacto en el desarrollo de la compañía.

Por ello, es necesario que todos los que conformamos el sector continuemos ejecutando estrategias integrales para contribuir con el bienestar de más peruanos y sus familias, y también con el sistema de salud, ya que con estas acciones se generarían ahorros al Estado.

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