Por: Martín Taype – El Montonero

La pandemia de covid-19, que aún no termina, nos afectó en términos de vida, economía y empleo. Y esos problemas se han agudizado, al encontramos en un entorno incierto y cambiante en el ámbito económico y geopolítico, en el que las tensiones militares entre Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, frente a Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados son lo más relevante. Veamos cómo estos factores influyeron en el incremento de la informalidad en uno de los sectores económicos más importantes de nuestro país, las micro y pequeñas empresas (mypes).

El 86.3% del total de mypes en el Perú fueron informales en 2021, con 1.6 puntos porcentuales (pp) más que lo registrado en 2020, según fue publicado por Comex Perú en su Semanario 1121 (27 de mayo). Además, estos negocios emplearon a más de 7.7 millones de peruanos, lo que representa aproximadamente un 42.5% de la población económicamente activa (PEA). Estas cifras demuestran la importancia de las mypes para el país; pero también ponen en evidencia el alto grado de informalidad en el sector.

De acuerdo con la citada publicación, al analizar los sectores en los que participan las mypes en el Perú, según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), en 2021, el 14.7% del total de mypes se dedicaba a la producción; el 36.7%, al comercio; y el 48.6% al sector servicios (por ejemplo, servicios de consultoría independiente, técnicos, etc.).

Cabe señalar que entre las características de las mypes que influyen en el desempeño de sus negocios se tiene, por ejemplo, que solo un 47% de estas empresas cuentan con al menos un producto financiero formal, y un 25% empleaba métodos de ahorro informal. Además, más del 76% de estas no llevaba ningún registro de cuentas.

Cabe señalar que en nuestro país las mypes son las mayores generadoras de empleo, por lo cual es indispensable promover su formalización. Esto involucra, entre otras cosas, su inclusión en el sistema financiero, tarea no solo del Gobierno sino también del sector financiero privado. Pero la gestión de las mypes debe respetar los derechos laborales, según la legislación vigente, y promover la negociación colectiva como un medio de diálogo y concertación entre empleadores y empleados.