Electromovilidad para no depender del petróleo
Por: Christian Capuñay Reátegui

Los problemas causados por el actual encarecimiento de los combustibles deben llevan a nuestras autoridades a concretar medidas a favor de los sistemas de movilidad automotriz alternativos que no dependan de la volatilidad internacional del petróleo y protejan la economía de la población.

Uno de esos medios son los automóviles eléctricos, cuyas ventajas tienen más relevancia que sus desventajas en la actual coyuntura de altos precios debido a la guerra entre Rusia y Ucrania: no solo reducen significativamente las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global, sino que también ayudan a proteger los bolsillos ante la cotización alcista de las gasolinas, los gasoholes, el diésel y otros carburantes derivados del petróleo.

Sin embargo, promover la electromovilidad requiere de un conjunto de acciones integrales que hasta la fecha no se concretan.

En primer lugar, son imprescindibles las estaciones de carga para las baterías de los vehículos, infraestructura que no tenemos hasta ahora en número suficiente.

Asimismo, se necesita por parte del Estado mecanismos innovadores que abaraten el precio de los vehículos eléctricos, pues en la actualidad es uno de los escollos que desincentivan su adquisición. La Asociación Automotriz del Perú, por ejemplo, ha propuesto una reducción temporal del impuesto general a las ventas, del impuesto de promoción municipal y de patrimonio vehicular para esas compras, tal como ocurre en otros países. Es inaudito que un automóvil nuevo esté gravado cuando unidades antiguas y contaminantes circulan libres de cargas impositivas.

Estas son algunas de las razones que explican por qué el Perú tiene cifras muy pobres de penetración de electromovilidad en comparación con otros países de América Latina. Según la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible de Colombia, en el primer trimestre del presente año se inscribieron allá 1,097 vehículos de este tipo, mientras que en el Perú lo hicieron solo 12.

En agosto del 2020 se publicó el Decreto Supremo N° 022-2020-EM, mediante el cual el Ejecutivo aprobó disposiciones sobre la creación de infraestructura de carga y abastecimiento de energía para los autos eléctricos. No obstante, el reglamento aún no ve la luz, pese a que el plazo era de un año.

Convendría acelerar la elaboración de este marco legal para dar paso a las acciones pertinentes que permitan contar cuanto antes con la infraestructura necesaria que haga realidad un cambio urgente para el Perú, a fin de superar los problemas causados por el volátil costo del petróleo y cumplir los compromisos internacionales en materia de cuidado ambiental que hemos ratificado.

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