Atahualpa Rodríguez (1889 – 1972)
— Redacción Diario El Pueblo —
A César Rodríguez Olcay su compañero en la poesía, Percy Gibson, lo nombró como «Atahualpa” Rodríguez por la larga cabellera que usaba de joven y sus rasgos levemente andinos, y hasta hoy en la literatura arequipeña se le conoce así.
Nació en Arequipa en agosto de 1889, fue alumno del tradicional colegio de la Independencia Americana y luego partió a Lima a estudiar en la Universidad Nacional de San Marcos, pero por razones de economía tuvo que volver a Arequipa, para trabajar como amanuense de un escribano. Fue cuando se unió al grupo “Aquelarre” formado por los intelectuales y artistas más destacados de la ciudad: Percy Gibson, Federico Agüero Bueno, Miguel Ángel Urquieta, Belisario Calle, Renato Morales de Rivera y otros.
La poesía de César Atahualpa Rodríguez ha sido considerada la mejor de ese importante período por los críticos e historiadores. Sus versos de “La torre de las paradojas” (1925) y los de “Sonatas en tono de silencio” (1966) reúnen lo más importante de su obra poética; tiene además publicada una novela póstuma, “Dios no nos quiere” (1973).
Rodríguez fue un eficiente director de la Biblioteca Municipal de Arequipa desde 1916 hasta 1959. También enseño Historia de la Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín. Falleció en Lima hace cincuenta años, en 1972.