Confianza y seguridad: corazón de la economía
Por: Samer Atassi

Casi todos hemos sido o somos parte de la economía colaborativa. Los servicios de envíos a domicilio, transporte particular, alojamiento y otros forman parte ya de nuestra vida cotidiana. No es de extrañar que la economía colaborativa aspire a alcanzar un tamaño de mercado de 355,000 millones de dólares hacia el 2025 (fuente: PwC), lo que no sorprende si se considera el acelerado ritmo de digitalización impulsado por la pandemia del covid-19.

También es una realidad que las empresas de la economía colaborativa crecen mucho más rápido que los negocios tradicionales, mostrando un aumento de ingresos del 2,133% en contraste con el 39.6% de estos últimos, entre el 2013 y 2025.

Hoy en día, especialmente en América Latina, la economía colaborativa ha evolucionado hasta terminar por ofrecer algún tipo de servicio fintech, creando sus propias carteras digitales, haciendo préstamos, facilitando pagos y poniendo a disposición otros productos que tradicionalmente correspondían a las instituciones financieras. Por lo tanto, es crucial que las firmas pertenecientes a la sharing economy refuercen sus herramientas y procesos de verificación de la identidad.

Crear un ecosistema eficaz de gestión de la confianza es un reto. Comienza con el bloque básico de la seguridad de la información, pero rápidamente se amplía para incluir la verificación de la identidad, la autenticación continua de los usuarios y la gestión de las credenciales. Muchas marcas cuentan con plataformas tecnológicas de seguridad, pero hay otras que no, y ellas se enfrentan a repercusiones negativas con consecuencias graves cuando sus clientes salen defraudados por una falla en la seguridad.

Por supuesto, las app están tratando de aumentar su lista de usuarios activos, por lo que las tasas de conversión a veces son muy importantes, de ahí que es crucial el equilibrio entre un proceso sólido de verificación de la identidad digital, pero nada tan exhaustivo como para causar fricción y hacer que el cliente abandone el proceso y elija otra aplicación.

La buena notiia es que la confianza puede ganarse y cultivarse mediante políticas y prácticas sólidas basadas en una solución orquestada que abarque todo el ciclo de vida del cliente. El proceso comienza con la comprobación de la identidad durante la incorporación de la nueva cuenta, pero con un seguimiento continuo de las partes interesadas, o al menos una reverificación periódica para demostrar que las personas que utilizan y proporcionan servicios de economía colaborativa son realmente legítimas.

Cuando usuarios y proveedores perciban que la organización ha puesto en marcha medidas para mantenerlos física, financiera y emocionalmente seguros, confiarán en la plataforma.

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