Por: Carlos Meneses

“La misión de la OEA debe escuchar los clamores de la prensa peruana, de sus lectores, oyentes y televidentes que quieren saber cómo se maneja el dinero de todos los peruanos”.

El gobierno está empeñado en demostrar a los ojos de peruanos y extranjeros que la prensa es responsable de las crisis que soporta nuestro país y que se comporta indebidamente para con el régimen de turno.

Rechazamos que, en el país, la prensa independiente sea metida en un mismo saco que los que pretenden llegar a extremos y utilizar la calle para aparentemente definir un conflicto de decires y actitudes entre el Congreso fiscalizador y un Ejecutivo equivocado.

La prensa peruana no había conocido una actitud semejante a la actual sino en los tiempos de la dictadura militar de Velasco y el autoritarismo de Fujimori. En las 2 oportunidades mujeres y hombres de prensa fueron maltratados y ahora el presidente ha optado por no informar de sus acciones a nadie y tampoco a someterse a que los temas que aborda sean objeto de debate público.

No es solo un derecho de los periodistas el informar, de parte de ellos es una obligación impuesta por la lectoría, los televidentes y los oyentes que tienen derecho a saber qué pasa en su país y cómo se maneja, sobre todo, el dinero público, en qué se invierte y con quiénes se trabaja.

Cuando llegue la misión de la OEA al Perú será necesario que los comisionados escuchen a los periodistas peruanos, se enteren de cómo se comporta el presidente y cómo trabajan sus ministros que estando encargados de funciones específicas se han convertido en defensores personales de la política del jefe de gobierno.