Sequías y cambios en las lluvias en el Perú
Por: James Apaéstegui – Investigador científico del IGP

El Perú ha experimentado durante el último trimestre del 2022 condiciones de ausencia de lluvias a niveles que justificaron la declaración del estado de emergencia debido al peligro inminente por déficit hídrico en diversas regiones. Sin embargo, los eventos de sequía o déficit hídrico no son ajenos a la historia de nuestro país, donde existen evidencias del colapso de civilizaciones como la de Tiahuanaco o Wari, debido a la ausencia prolongada de lluvias por décadas.

Para el sur del país existen estudios que brindan evidencias científicas de las variaciones del clima sobre grandes períodos de tiempo, incluyendo el clima del pasado. Estos tipos de estudios se denominan paleoclimáticos y se desarrollan desde el IGP con la intención de brindar una más amplia base para adoptar medidas para la mitigación de posibles impactos futuros. Desde otra perspectiva, a escala nacional, se cuenta también con las proyecciones a futuro de los cambios en los regímenes de lluvias que, si bien existe gran variabilidad de año a año y muestran incertidumbres, a grandes rasgos indican una disminución progresiva de las lluvias y un incremento de la temporada “seca” sobre la región andina del sur.

Quizás pueda considerarse que uno de los aspectos más importantes del cambio en el clima que se avecina se concentra, además de la ocurrencia más frecuente de eventos hidroclimáticos extremos, en el cambio de la temporalidad de las lluvias, principalmente en la transición de la temporada seca a la temporada húmeda. Por ejemplo, una investigación científica realizada por el IGP indica el atraso progresivo en el inicio de las lluvias en la cuenca del Mantaro desde la década de los años 80, lo que evidencia el acortamiento del período lluvioso. Es importante recalcar que este cambio en la temporalidad del inicio de las lluvias implica también el cambio en las labores culturales de preparación del terreno y siembra de los cultivos, para lo cual es necesario preparar al ciudadano y adaptarse a las nuevas condiciones que ofrece el ambiente.

Si se suma a esto el crecimiento poblacional que se viene experimentando, el panorama resulta un poco más complejo en relación con la disponibilidad del recurso hídrico. Por lo tanto, incrementar nuestro conocimiento sobre este tipo de fenómenos hidroclimáticos y sus impactos se vuelve extremadamente necesario para diseñar estrategias robustas y sostenibles de adaptación y mitigación a fin de prevenir posibles impactos socioeconómicos y ecológicos.

En el IGP hacemos investigación paleoclimática y sobre la variabilidad climática de largo plazo a fin de generar información más confiable para la toma de decisiones y la gestión de riesgos en el país. En ese camino seguimos haciendo ciencia para protegernos, ciencia para avanzar.

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