La politización de la compra de Enel Distribución

Por César Gutiérrez – El Montonero

La noticia de la adquisición de Enel Distribución por parte de la estatal China Southern Power Grid, ha desatado revuelo en el terreno político de aquellos que observan a la República Popular China con la mirada geopolítica estadounidense. El pregón local es que se apoderarán de la electricidad en el Perú, controlarán tarifas; entre los minimalistas; los maximalistas ya nos perciben como una colonia manejada desde Beijing. 

La adquisición llevará a que la distribución de electricidad de Lima Metropolitana, Callao y Lima Provincias sea gestionada por empresas del estado chino y allí empieza la discusión sobre los anuncios apocalípticos que se vienen haciendo. El que deberá pronunciarse es el Indecopi, en primera instancia en la Comisión de Libre Competencia y en segunda, en su Tribunal, siendo la base legal, la Ley de Control Previo de Operaciones de Concentración Empresarial (Ley 31112 de enero de 2021). 

Hay que precisar tres puntos importantes sobre las redes de distribución para la tranquilidad ciudadana, que después de los anuncios de los agoreros, necesita un ansiolítico con urgencia: 1) la distribución es un monopolio natural y sus tarifas son reguladas por Osinergmin, 2) que el costo de la distribución en la factura al consumidor representa el 25% del total, 3) que hay antecedentes de monopolio al 100% en la distribución en Lima, que es el caso del gas natural, con la colombiana Cálidda y donde no ha habido tarifas excesivas, Osinergmin ha tenido la responsabilidad.

El proceso en Indecopi demorará entre 8 y 12 meses, donde deberá discutirse si la adquisición puede producir perjuicios a la libre competencia. Anteriormente se han dado situaciones similares en nuestro país entre 1998 y el 2021 en cuatro casos: Edegel-Edelnor, Electroandes-Luz del Sur, ISA de Colombia- Hidro Quebec de Canadá, y Generadora Huallaga-Luz del Sur. Todos tuvieron aprobación con algunos condicionales relacionados con las transacciones comerciales entre empresas relacionadas. 

El sector electricidad era el único que desde noviembre del 1997 contaba con una Ley Antimonopolios y Antioligopolios (Ley 26876), que es importante conocer que los supuestos que se plantearon en ese momento para la intervención de Indecopi correspondían a una coyuntura muy especial que involucraba a Chile y Perú, que hizo reaccionar al gobierno fujimorista promulgando la mencionada norma.

En 1997, en Chile, la empresa española Endesa adquirió la empresa Enersis, y su capitoste, un protagónico representante de la derechista UDI, José Yuraszeck, fue denunciado de haberse beneficiado a título personal, affaire en la que estuvo sindicado también el entonces senador Sebastián Piñera, hecho que le pasó factura en su candidatura presidencial en el 2006. 

La adquisición mencionada tuvo su correlato en el Perú, porque la española Endesa se hacía del 50% de la distribución de Lima, con la empresa Edelnor, a la vez que se convertía en el principal generador con las empresas Edegel, Etevensa y Eléctrica de Piura. Este hecho fue el leitmotiv del gobierno de Alberto Fujimori.

Hoy, la mirada sobre la concentración en un sector, en este caso la distribución, ya no es la misma de hace 26 años y en cuanto a la integración en dos actividades, generación y distribución actualmente estamos en un mercado en competencia con actores privados y estatales (ajenos al capital chino) que abastecen el 89% del mercado de consumidores regulados. 

La turbulencia generada viene del ámbito político donde habrá muchos discursos sobre geopolítica y conjeturas de teorías conspirativas, vale la pena el debate sobre todo con los que preconizaban la apertura de los mercados de inversiones y de los tratados de libre comercio. También entrará al debate teorías que se manejaban hace 28 años sobre la captura del regulador, a los que desde las huestes liberales luego se predicó su control presupuestal, restándole la independencia que se reclamaba.

Hay un año por delante para transitar, mientras tanto, menos perorata alarmista y más elementos técnicos para la discusión.

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