HISTORIA CORTA EN 4 PARTES

UNO

Benito Laso nació en Arequipa en 1783, sus estudios los cursó en el Colegio Seminario, y se recibió de abogado ante la Real Audiencia del Cusco en 1807, se le recuerda entre otras cosas porque estuvo en contra del diputado Vigil, cuando se pretendía expatriar sin un juicio al obispo Goyeneche.

También se opuso a que en la legislación procesal penal peruana se implemente la figura de un jurado, como sí ocurre en Estados Unidos, por ejemplo; pero quien si apoyaba esa idea fue el diputado Francisco Javier Mariátegui con quien polemizó. En ambas situaciones Laso dio cátedra de su conocimiento del Derecho. Esto ocurrió en 1833.

Pero no solo fue un hombre de leyes cuando joven fue un decidido patriota que fue parte de movimientos revolucionarios ocurridos en Tacna (1811) y en Cusco (1814). También colaboró muy de cerca con San Martín.

DOS

Por su apoyo a San Martín desde los inicios de la campaña por la Independencia del Perú le designaron como sargento mayor del Ejército Unido Libertador llegando a ser Auditor de Guerra. En ese puesto estuvo hasta que San Martín dejó el Perú e incluso cuando se quedó gobernando la Junta Gubernativa.

En el libro del historiador y abogado Mario Rommel Arce Espinoza, Arequipeños que hicieron historia, se cita que en «Choquehuanca y su arenga a Bolívar» de Altuve Carrillo, Laso reconoce los esfuerzos realizados por el libertador San Martín en favor de la Independencia, pero también admite que no era el argentino el llamado a coronar la victoria final porque posiblemente le faltaría carácter o talento, características que Bolívar sí tenía.

TRES

Para cuando Simón Bolívar llega al Perú, Laso admite que era al venezolano a quien se le debe la libertad y estabilidad política, aunque en ese entonces no todos pensaban como él.

Laso consideraba a los opositores a Bolívar como agitadores que buscaban desprestigiar al Libertador y para hacerlo buscaban a la población. A ese grupo de gente los consideraba como personas que creen hallar en cada libro que llega a sus manos todas las luces, pero que no pueden estudiar el “libro casero del propio país”.

Laso temía que la partida de Simón Bolívar de Perú traiga anarquía y problemas a las instituciones creadas para administrar al nuevo Estado y le rogó para que sigua al frente de la administración gubernamental.

Benito Lazo fue un defensor de la dictadura de Bolívar.

CUATRO

En 1826 fue nombrado por el Consejo de Gobierno, Vocal Decano de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, labor que dejó de lado por un tiempo para asumir el puesto de Prefecto de Puno, pero es acusado de estar a favor y apoyar la segregación del Sur del Perú a favor de Bolivia y es desterrado a ese país.

En 1829, después del golpe de Estado de Gamarra a La Mar vuelve a Perú para ocupar el cargo en la judicatura, pero gracias a la reforma judicial de 1831 se queda sin trabajo.

Laso escribió en «El Correo de Lima» (1840) y «El Peruano» (1846). Llegó a la presidencia de la Corte Suprema (1850 y 1854). Después de jubilarse en 1858 no dejó de opinar respecto de los temas con los que no estaba de acuerdo. Falleció en Lima el 14 de enero de 1862.

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