Dengue en el Perú

Por: Carlos Meneses

El decano del Colegio Médico, Raúl Urquizo, sostiene que con el dengue se están cometiendo los mismos errores que en la época del COVID-19. No se trabajó en la prevención, se desactivó el comité de expertos y tampoco hay laboratorios para el diagnóstico, todo ello ha costado la vida de numerosos peruanos.

Según datos del Ministerio de Salud son más de 130 mil casos a nivel nacional y más de 200 fallecidos, lo que ha ocasionado que diversos sectores cuestionen las medidas emprendidas por la titular de Salud, Rosa Gutiérrez, quién incluso afronta una interpelación del Congreso.

La actual epidemia que vive el país, especialmente las regiones del norte, es uno de los principales problemas que debe afrontar el gobierno de Dina Boluarte. 

Según datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, las  cifras son más del triple de los números alcanzados en los últimos cinco años. Piura sigue siendo la región más golpeada por la enfermedad con 40 552 casos, seguida de Lambayeque con 14 577 e Ica con 12 218.

El dengue es una enfermedad viral endémica y frecuentemente epidémica en zonas tropicales de muchos países. Aunque su incidencia en el mundo está en continuo aumento, a escala local se observan ciclos de alta y baja actividad de duración variable, lo cual hace que sea difícil predecir las epidemias, es decir, las situaciones en que la incidencia es mayor de la esperada o aumenta fuera de época, en comparación con otros años.

Las autoridades deben tener en cuenta que la forma de controlar una enfermedad es la prevención primaria, es decir, evitar que las personas enfermen. Esto, en el caso del dengue, significa interrumpir la transmisión mediante la inmunización de las personas o la eliminación de los mosquitos. Sin embargo, todavía no se cuenta con una vacuna contra esta enfermedad y los métodos actuales para el control de los vectores más frecuentes —los mosquitos Aedes aegyptiy Aedes albopictus— son poco eficaces .

 Tampoco se conoce ninguna estrategia que haya logrado frenar una epidemia de dengue. Estas epidemias producen crisis de larga duración (siete meses en promedio). Por consiguiente, los esfuerzos gubernamentales deben sostenerse durante todo ese período (5). En una epidemia de dengue, las agencias de salud pública deben reforzar la prevención secundaria, garantizar el reconocimiento temprano de la situación y el tratamiento apropiado de los enfermos, evitar que el sistema de salud del país colapse y a la población a tomar medidas para evitar la enfermedad.

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