Por Martín Taype – El Montonero

En términos económicos la inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado durante un determinado período de tiempo. Cuando el nivel general de precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y servicios.

Ya estando a puertas de iniciar el segundo semestre del año nuestro país continúa sufriendo una inflación que sigue castigando el poder adquisitivo de todos los peruanos, evidentemente son los que menos ingresos tienen los que sufren más, siendo su sola subsistencia un auténtico calvario, siendo el origen de ello el impacto de diversos factores externos e internos en la economía de nuestro país. “En mayo, el Índice de Precios al Consumidor a nivel Nacional registró un alza de 0,31% y alcanzando en los cinco primeros meses de este año 2,98%, en tanto, la variación anual alcanzó 7,99%”, según El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en su Nota de prensa del 01 de junio en su página web.

De acuerdo con la citada publicación, fueron los rubros alimentos y bebidas no alcohólicas, restaurantes y bebidas y salud en el mes de mayo entre lo que más subió a nivel nacional siendo estos rubros muy sensibles por su naturaleza esencial para la subsistencia como son la alimentación y la salud. Estos resultados son muy preocupantes, la inflación en términos económicos trae inestabilidad en el mercado, haciendo difícil la realización de presupuestos y planes a largo plazo, también afecta la productividad de las empresas, que se ven obligadas a restar capital destinado a la producción de bienes y servicios con el fin de recuperar las pérdidas causadas por la inflación. La incertidumbre sobre el futuro del poder adquisitivo de la moneda desalienta la inversión y el ahorro.

Ahora bien como se indicó son dos factores el origen de la inflación que sigue castigando a los peruanos: el primero es el factor externo dado que para todos los países del mundo la inflación global que actualmente existe impacta en el ámbito local, y sentimos más esta inflación global debido a nuestra dependencia de las importaciones de productos esenciales como los fertilizantes, petróleo, cereales, etc. cuyos precios continúan con su tendencia al alza y no hay expectativas de que bajen en el corto plazo, por motivos económicos y geopolíticos.

El segundo factor es el interno, donde la inestabilidad política, las denuncias de corrupción difundidas por los medios de prensa, las trabas burocráticas y la creciente inseguridad ciudadana, sumado al impacto en nuestro país del fenómeno de El Niño costero y la epidemia del dengue puede también afectar la producción interna ocasionando escasez e incremento de precios.  

En tal sentido, el Gobierno y el sector privado tienen que tomar las acciones proactivas ante el adverso factor externo en el ámbito económico y geopolítico en que nos encontramos y combatir los problemas de nuestro factor interno, sin caer en medidas populistas, dentro del marco constitucional y con visión a futuro, asimismo los ciudadanos gestionar bien sus recursos económicos mejorando su cultura financiera e informándose de manera objetiva de lo que ocurre actualmente en el mundo y su tendencia futura. El mundo ya cambió y debemos adaptarnos a ello.