Gobernanza pública La rueda del futuro nacional
Por: Luis Luján Cárdenas

La gobernanza pública es arte, ciencia y práctica, pero si asumiera algo de la administración privada, otro sería el cantar. Existen tantas herramientas para mejorar la toma de decisiones de los actores con el menor error posible y con mayor seguridad, que los objetivos nacionales se cumplirían en un menor plazo, a menor costo, el desarrollo dejaría de ser un sueño, se lograría mayor valor para el ciudadano, alto respaldo social y mucha competitividad en el mercado internacional, además de mayores ventajas geopolíticas en un mundo globalizado y cambiante.

El Estado, en su conjunto, es lento, burocrático, conservador, tímido en la investigación, poco innovador, reacio al cambio, con decisiones de baja calidad, servicios deficientes, poca transparencia y pobres y lentos resultados de gestión pública.

Esto último tiene serias incidencias sociales en los sistemas socioecológicos de los países poco desarrollados. Los problemas se acentúan por una débil gobernabilidad, ensanchando las brechas sociales y económicas, con serias consecuencias ambientales.

Si aplicáramos un gran brainstorming, donde intervienen Gobierno-empresa privada-ciudadanía-academia; y, luego, desarrolláramos una rueda del futuro (con actores políticos y estadistas decisorios), en el marco de un estudio de futuro del Perú obtendríamos un real pronóstico de escenarios y políticas de Estado alternativas para un futuro mejor.

Especulo en esta gestión del futuro a diez años, con prospectiva, teniendo como base el devenir político y gubernamental de los últimos 30 años de gobierno. Escenario uno: de continuar con la actual Constitución Política vigente, no variará mucho la situación actual, la inestabilidad política continuará, la pobreza disminuirá muy poco, los problemas sociales se agudizarán, contradictoriamente aumentará la inversión privada y los ricos se harán más ricos, se incrementarán la informalidad y la corrupción, podría darse un nuevo intento de golpe de Estado y el bienestar social seguirá siendo un sueño, pese al crecimiento económico.

Escenario dos: se cambia la Constitución, la incertidumbre se generaliza, la inversión privada se restringe, disminuye el empleo, el crecimiento económico se desacelera, la inestabilidad política es mayor, la expectativa social crece en las clases media y baja, y el tema medioambiental figuraría más en la agenda de gobierno.

Escenario tres: se reforma algunos ítems de la actual Constitución, podría mejorar la performance del Estado, los problemas sociales serían enfrentados mejor, el Gobierno tendría mayor apoyo social, la empresa privada actuaría con cautela, las brechas sociales podrían reducirse, la economía acelerarse, el bienestar social ampliarse, habría mejores herramientas en contra de la corrupción, se implementarían políticas verdes y se daría mayor control ciudadano.

La intención de esta prospectiva político-social es comprender cuán importante es tener conciencia colectiva de futuro para una nueva arquitectura social nacional.

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