Ante la reciente escasez e incremento de costo del gas licuado de petróleo (GLP) en Arequipa, el especialista en ingeniería energética, Carlos Gordillo Andía, recordó que nuestra región enfrenta estas situaciones desventajosas debido al abandono en el que se encuentra la industria energética local. Pese a que nuestra región cuenta con plantas, no puede distribuir gas en estado líquido, impidiendo el proceso de masificación del gas para el sur del Perú.

«Cómo es posible que gastemos en GLP teniendo gas natural y exportándolo a un precio casi lesivo para el país cuando pudimos trabajar una masificación del gas más fuerte y aguda. (…) ¿Quién goza goza el gas? Solamente Lima e Ica, el sur no», sostuvo el ingeniero mecánica Carlos Gordillo Andía. 

Nuestra región ya cuenta con una planta de licuefacción «La Pampa Melchorita», ubicada en el kilómetro 169 de la carretera Panamericana Sur. Esta planta se encarga de licuefactar el gas, pero únicamente para exportarlo. Una situación desventajosa para Arequipa que indirectamente fomenta el centralismo porque las empresa elijen viajar a Lima para ahorrar gasto de combustible. Asimismo, debido al costo de importación, la población de Arequipa padece constantemente el encarecidamente del combustible. 

Según el especialista, hay dos maneras de movilizar el combustible: en estado líquido y comprimido. La primer forma es más económica y efectiva, no obstante no se emplea con regularidad. En tanto, la segunda es la que usamos en todo el sur del país y que resulta redituable para las empresas que lucran con su importación. «El gas natural –dispensado a través de tuberías– constaría un promedio de 50 a 60 soles. Lo que representaría un ahorro de 35 a 40% del gasto», finalizó Gordillo Andía.