Las nuevas generaciones optan por no llevar una vida célibe hasta el matrimonio.

Por: Karely Linares H.

En conmemoración del Día de la Juventud, el Arzobispo de Arequipa, Monseñor Javier del Río Alba, insta a los jóvenes a seguir el camino de la castidad hasta el matrimonio y a encontrar una profunda intimidad con Jesucristo. Asimismo, reconoció que vivir en celibato en la actualidad es más desafiante que hace 30 años, pero enfatizó que lo que se busca en el mundo exterior solo proporciona una satisfacción momentánea, mientras que Jesucristo ofrece una alegría más plena, duradera y profunda.

La máxima autoridad de la Iglesia en Arequipa también es consciente del fácil acceso a la pornografía para los adolescentes y jóvenes. Por esta razón, señaló que vivimos en una sociedad hipersexualizada que promueve la idea de que el cuerpo es solo un objeto. Los jóvenes en la iglesia que luchan contra los estigmas del celibato a menudo son malinterpretados, ya que algunos asumen que esto indica una orientación sexual diferente.

«Hay chicos y chicas que asisten a fiestas, consumen alcohol y, cuando encuentran a alguien que les gusta deciden mantener relaciones íntimas con estas personas que acaban de conocer, sin ser pareja ni estar casados. Yo respeto y los quiero a todos, pero no puedo entender cómo un varón o mujer puede dar su cuerpo a otro en una fiesta», expresó con preocupación el Monseñor.

El Arzobispo atribuye esta situación a una grave crisis antropológica que afecta a la humanidad, ya que muchas personas han perdido la comprensión de quiénes son realmente. Se les ha inculcado la idea errónea de que la vida humana se reduce a la búsqueda de placer. Sin embargo, la verdad es que la humanidad es una unidad de cuerpo material y alma espiritual, por lo cual debemos nutrir ambas dimensiones, no solo satisfacer los deseos del cuerpo, sino también enriquecer el espíritu.